El mundo cuenta con lugares maravillosos que, en algunas ocasiones no se han conservado adecuadamente y por ello están a punto de desaparecer. Monumentos en peligro de extinción que reflejan en su propia piel los desafíos globales a los que vamos a enfrentarnos en los próximos años, desastres naturales provocados por le hombre, conflictos bélicos, falta de fondos…
Y, en este punto, España cuenta con un rico patrimonio que data de todas las épocas de la historia de nuestro país, castillos, yacimientos, puentes, antiguas fábricas…, que, a pesar de ser calificados de Bien de Interés Nacional, no siempre están verdaderamente protegidos o cuentan con la atención que se merecen.
La Asociación Hispania Nostra creó en 2007 la Lista Roja de Patrimonio en la que se recogen los monumentos históricos de España que están en riesgo de desaparición, destrucción o que han alterado de manera esencial sus valores. La idea es crear conciencia, proponer recomendaciones y buscar apoyo para salvar los monumentos en peligro. De cerca de 750 elementos en peligro de extinción que se encuentran en esta lista, cerca de 150 ya han sido restaurados pasando a formar parte de una lista verde. A continuación, analizaremos siete de ellos que están repartidos a lo largo de toda España, que todavía están en la lista roja y uno que, por desgracia, ya ha pasado a la lista negra.
Peligro de extinción en la arquitectura de España
Elevador de aguas de Gordejuela, Tenerife: construido en 1903, su principal objetivo era subir el agua hasta la cima del acantilado de Gordejuela, unos 200 metros de altura. Una vez allí se llevaba hasta el valle de la Orotava. Sin duda todo un hito de la época, pues en su interior se instaló la primera máquina de vapor de Tenerife. En 1910 el inmueble se vendió pasando a ser dominio público. Con el paso de los años, cayó en ruinas, estando actualmente destruida, desapareciendo algunos arcos, sin puertas, ni techos ni ventanas y con el suelo hundido. Esto hace que no sea accesible para el turismo.
Parque Enciclopédico del Pasatiempo, La Coruña: situado en Betanzos, fue idea de Juan García Naveira que buscaba plasmar en él los descubrimientos y aprendizajes que había tenido en todos sus viajes. Se empezó a construir en 1893, finalizándose en 1914. Durante la Guerra Civil sufrió un importante deterioro, perdiendo posteriormente parte de la muralla y otros elementos arquitectónicos. A pesar de que en los años 90 fue remodelado, muchas partes se están viniendo abajo. Gracias a la queja de los vecinos, el concejo presentó una propuesta a la Diputación de A Coruña par reformar una parte del recinto.
La ermita de San Juan de Socueva, Cantabria: en medio de las montañas, escondida entre las rocas, como si de una cueva se tratara, esta capilla se construyó en el siglo VII, lo que hace que sea considerada como un templo semi rupestre. Su estado es muy preocupante y su pórtico se encuentra en avanzado estado de descomposición.
Castillo de Anguix, Guadalajara: sobre el embalse de Bolarque, se encuentran los restos del castillo medieval de Anguix. Sin duda una fortificación con una gran historia, pues fue levantada por Abd-al-Rahman III para defender el límite del río Tajo durante el siglo XII, pasando a estar en manos de la Orden de Calatrava, de los Reyes Alfonso XI y Enrique IV de Castilla…, hasta que finalmente sufrió grandes daños con la Guerra de Sucesión Castellana. En 1847 fue adquirido por un vecino de Brihuega, que volvió a iniciar un periodo de compraventa tanto de la aldea como del catillo, siendo la última venta en 2005 a una empresa que mantiene la finca vallada con la idea de crear una explotación cinegética de lujo.
Torre Salvana, Barcelona: conocida por los vecinos como el castillo del infierno, esta antigua torre de defensa del siglo X, sufrió grandes consecuencias durante la Guerra Civil Catalana. Actualmente su aspecto responde a infinidad de alteraciones que se han producido a lo largo de toda su historia. Con un primer trazado románico, cuenta con modificaciones fóticas en el casal adosado. Posteriormente, en el siglo XVIII se llevaron a cabo nuevas reformas que continuaron en el XIX practicaron aperturas en la torre y la remodelación de la barbacana en estilo neogótico. Se añadieron, además, torretas de defensa y almenas que jamás pertenecieron al trazado original.
Castillo de Vozmediano, Soria: situada entre Castilla y Aragón, esta fortaleza estuvo presente en numerosas disputas entre los reinos castellanos, pasando de un lado a otro. A mediados del siglo XX, Manuel Fraga, en aquel momento ministro de Información y Turismo, propuso la creación de un Parador Nacional, pero para ello el pueblo se debía incorporar a Ágreda y los vecinos rechazaron la propuesta. Desde entonces, el recinto que también contaba con un pequeño cementerio se ha ido deteriorando poco a poco, cayéndose en 2018 parte de la muralla, presentando las torres grietas.
Puente de Alcántara, Cáceres: este imponente puente romano data del siglo II d.C., y fue construido por Cayo Julio Lacer, durante el mandato del emperador Trajano. En una de las entradas al puente, hay una inscripción que dice “Puente que durará mientras dure el mundo”. Sin embargo, a pesar de ser declarado en 1924 Monumento Nacional. Existen muchos vecinos que buscan declarado Patrimonio de la Humanidad, no obstante, la falta de mantenimiento ha hecho que entre en otra lista no tan agradable, la Roja de la Asociación Hispania Nostra, que indica que este puente en el que circulan camiones con toneladas de peso hace que la calzada presente filtraciones de agua.
Palacio de Inestrillas, La Rioja: el edificio se encuentra incrustado en un farallón rocoso, aprovechando la concavidad de la roca. En 2021 se derrumbó quedando reducido a escombros de manera totalmente irrecuperable, por lo que pasó, debido a la falta de mantenimiento y cuidado, de la lista roja a la negra.