La reforma de una vivienda en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), realizada por el estudio Laura Martínez Interiorismo, ha transformado completamente el espacio, sumando funcionalidad y maximizando la luz natural con un marcado estilo nórdico. La clave de esta transformación ha sido la sustitución de antiguos tabiques y puertas por divisorias de cristal, permitiendo que la luz natural fluya por todas las estancias sin sacrificar la privacidad y diferenciando los usos de cada ambiente.
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ToggleLas claves del proyecto de Laura Martínez Interiorismo
En el recibidor, la interiorista Laura Martínez ha sustituido la antigua puerta de acceso a la cocina por un mueble multifuncional diseñado a medida, con acabados en madera lacada en blanco y roble. Este módulo de suelo a techo sirve como pared divisoria, asiento para descalzarse y armario para abrigos y calzado. Un panel de cristal fijo en la parte central del mueble potencia la entrada de luz natural, creando una sensación visual de profundidad que se extiende desde la ventana de la cocina hasta la puerta de entrada de la vivienda.
La cocina, de planta rectangular y aproximadamente 10 m², fue reconfigurada con un mobiliario dispuesto en forma de U. La antigua puerta de acceso fue eliminada y se ha creado un nuevo acceso lateral, logrando una cocina semiabierta al salón. Un tabique de vidrio fijo a media altura conecta visualmente la cocina con el salón-comedor, sumando luz natural y amplitud, pero respetando la funcionalidad de cada espacio. Bajo la divisoria de vidrio se han dispuesto armarios de almacenaje y se ha habilitado un pequeño office para dos personas. La pared trasera cuenta con armarios en acabado roble, mientras que el resto son blancos y sin tiradores, aportando una estética uniforme y coherente.
Un salón-comedor acogedor y luminoso
Antes de la reforma, una puerta separaba el recibidor del comedor y el salón. El nuevo diseño ha eliminado estos tabiques para conectar los espacios de manera fluida, permitiendo que la luminosidad fluya desde la entrada. El suelo oscuro se ha reemplazado por un pavimento de madera en roble claro, cálido y en consonancia con el estilo nórdico del mobiliario. Laura Martínez Interiorismo ha diseñado a medida aparadores, estanterías y muebles bajos para el salón y comedor, todos con líneas puras, sin tiradores, y acabados en blanco y roble. La mesa del comedor destaca por su robustez, con un sobre de madera maciza natural y patas de hierro negro, mientras que el sofá y las sillas del comedor presentan tejidos suaves en gris.
La sencillez define el dormitorio principal, con un cabecero en blanco retroiluminado y apliques de lectura en blanco y dorado. La pared presenta un papel pintado con textura en un tono gris suave, creando una atmósfera de calidez y serenidad. El cambio más significativo en la suite es el vestidor. Anteriormente un espacio cerrado y oscuro, ahora se ha transformado mediante la sustitución de la pared por un mueble de almacenamiento de 115 cm de altura con una mampara fija de cristal en la parte superior. Esto ha permitido crear un vestidor amplio y luminoso, con mobiliario en blanco que potencia la luz natural que fluye desde el dormitorio.
La reforma llevada a cabo por Laura Martínez Interiorismo ha logrado no solo modernizar la vivienda, sino también mejorar su funcionalidad y luminosidad, todo bajo un elegante estilo nórdico.