Sin duda alguna, unos de los elementos que juega un papel de máxima importancia en el confort en todo tipo de edificios es la calefacción, sobre todo cuando las condiciones climáticas son adversas. A lo largo del tiempo la tecnología al servicio del sector ha experimentado un gran avance, hasta llegar a lo que hoy conocemos como calderas de Clase 5. Es decir, aparatos que no sólo calientan nuestros hogares y edificios, sino que además lo hacen con máximos rendimientos y un mejor consumo de energía, además de bajas emisiones de gases nocivos para el medio ambiente.
Centrándonos en este tipo de calderas, son fundamentalmente dos las que cumplen estos requisitos y se adaptan a la regulación marcada por el CTE y el RITE. Estas son las denominadas de Baja Emisión de Oxido de Nitrógeno (NOx) y las de Condensación que, en opinión de Mariano Tur, Jefe de Producto de Calderas Baxiroca (Baxi Calefacción), «tienen un peso específico cada vez mayor en el mercado actual de calderas murales en España». Asimismo, continúa «las calderas han empezado a concebirse ya no como algo inconexo del resto de la instalación, sino como un elemento integrador de otras tecnologías que, además, maximiza la eficiencia general del sistema».
Veamos por tanto cómo funciona cada tipo de caldera y sus peculiaridades. Las de bajo NOx se caracterizan por disponer de un quemador refrigerado, que es precisamente lo que permite reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno a valores muy reducidos, apunta Tur. Mientras que las de condensación disponen de un quemador sobredimensionado que permite sobreenfriar los productos de las conducción. «Este proceso deriva en la condensación del vapor y una recuperación de calor que en calderas convencionales se escapa por la chimenea pero que, en este caso, la caldera es capaz de aprovecharlo para el sistema». Con respecto a estas últimas, continúa el responsable de Baxiroca, «van un paso por delante y ya están a niveles de ventas similares a los de países de Europa con condiciones climáticas parecidas a las nuestras. Ello es debido a que los usuarios cada vez están mejor informados y, sin renunciar al confort en sus hogares, buscan soluciones más eficientes y con el menor consumo energético posible».