Desde su inauguración en enero de 1920, utilizando unos salones del Palacio Provincial y con 58 obras expuestas, el Museo de Bellas Artes de Badajoz ha ido incrementando, poco a poco, su patrimonio a través de depósitos, donaciones y adquisiciones, ha sido constante, lo que le ha llevado a superar, hoy en día, las 1500 piezas.
A través de este crecimiento progresivo, el Museo estuvo alojado en varios edificios. Sin embargo, con el paso de los años, estos inmuebles resultaron insuficientes, por lo que en 2006, la Diputación de Badajoz decidió impulsar un Plan Director que fijara una nueva ampliación y ordenación de la institución. Para ello se convocó un concurso de ideas que establecieron la ordenación general y las propiedades de actuación con la finalidad de renovar la institución.
Finalmente, el Estudio Hago planteó, como objetivo principal el impulsar un programa de rehabilitación y ampliación, así como la estructuración y racionalización del conjunto para que el uso de las dependencias fuese lo más accesible posible, tanto para los usuarios como los trabajadores.
El proyecto vincula toda la operación hacia la recuperación de su identidad, siendo el eje vertebrador de la estrategia arquitectónica. Por lo que el estudio propone un nuevo espacio construido (arquitectura) que dialoga con el contexto urbano (ciudad) a través de su contenido cultural (museo).
En este sentido, se proyecta un complejo que tiene como punto de partida la ampliación del museo existente, localizado en un edificio protegido en el centro histórico de Badajoz, y que estará formado por dos nuevas edificaciones que vuelcan a dos calles diferentes y que están relacionados a través de un patio.
Se organiza un esquema tipológico mediante una L invertida, que es capaz de responder a los aspectos funcionales, espaciales, estructurales y de instalaciones. Además, este esquema se materializa y potencia, tanto en el interior como en el exterior, a través de un panel de mortero pretensado perforado, cuya escala y dibujo parecen imprimir un mensaje a la piel del edificio.
La ampliación del Museo Bellas Artes de Badajoz corresponde a la fase inicial de los trabajos que se definió por el Plan Director, redactado por los arquitectos para la institución y que ha llevado a cabo varias actuaciones, como la ampliación del edificio de la calle Duque de San Germán mediante un edificio de nueva construcción que se integra y adosa a la edificación existente y, por último, la construcción de un edificio de nueva planta con objeto de alojar todo tipo de exposiciones temporales.
Esta actuación se completa reconfigurando el patio que relaciona todos los edificios del complejo, un espacio abierto que facilita el tránsito entre los distintos usos de la institución.
Mediante el desarrollo del proyecto se han incorporado 2.000 m2 nuevos de superficie a la institución, todos ellos, en su mayoría, dedicados a superficie expositiva. A día de hoy, el conjunto edificado cuenta con 4.500 m2 de los cuales, 1.200 están reservados a la sede institucional del centro (oficinas, almacenes, zonas de restauración e investigación, etc.).