Complejo Deportivo Termal Los Prunos / Naos 04 (Junio 2009)

El centro se construye entre dos zonas residenciales diferentes, una ocupada por viviendas de baja altura, en una hilera de chalés adosados que forman una manzana hacia el Oeste, donde mira la fachada principal del centro termal, y una segunda manzana compuesta por edificios residenciales de mayor altura (siete plantas), al norte de la parcela donde se asienta el proyecto. Para unir estas dos tipologías sin interferir en la imagen del barrio, y configurando el nuevo edificio como un elemento más, que se integre fácilmente en la vida del mismo, desde la fachada principal el edificio crece aterrazado hacia las pistas deportivas que residen en su parte trasera. Hacia la zona residencial más densa se dispone el cubo de vidrio que configura el espacio de piscinas, de una altura ligeramente mayor a la base de la zona termal e inferior al sistema de terrazas, de manera que actúe de bisagra entre los factores del contexto.

Gracias a esta actuación, que combina los retranqueos, el volumen denso liberado mediante el vidrio y el contraste de los volúmenes, se limita al máximo la altura de la edificación y el impacto sobre el entorno inmediato, resolviendo una de las necesidades básicas del proyecto. Además, la diferencia de materiales y sistemas entre zócalo y área wellness aporta horizontalidad a la estética del edificio. Hay que tener en cuenta también los distintos usos –piscinas, wellness, gimnasio, pistas deportivas-, que harán que en el centro confluyan miles de abonados, por lo que las circulaciones y recorridos han de marcarse de manera clara.

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