Como un juego infantil, el programa, los materiales y las ideas se configuran como las piezas que componen el juguete, que los arquitectos han tenido que montar. El proceso es simple: plantearse el edificio para dar respuesta a las necesidades de sus usuarios que, en este caso, tienen entre 0 y 3 años. Para ellos la casa se reconoce por la cubierta inclinada, y este aspecto se incorporará a la guardería, así como por sus puertas y ventanas, que también aparecen. Pero no sólo la simbología aquí es fundamental, el edificio en sí, como material didáctico, tiene que activar la mente de los niños, activar sus funciones cerebrales, e incluso divertirles y fomentar su conexión social. ¿Es posible meterse en la piel de un niño de 3 años y dar solución a un edificio?
Esta escuela sustituye a la anterior guardería infantil, que sólo disponía de 54 plazas. La obra ha contado con un presupuesto aproximado de 845.000 euros. En la zona noroeste del municipio almeriense se encuentra la guardería municipal diseñada por Elap, inaugurada en septiembre del pasado año. El trazado irregular del solar propiedad del Ayuntamiento, que completa una manzana junto a una importante zona pública verde de la localidad, obligaba desde el primer momento a pensar en liberar las partes más irregulares de la manzana como espacios al aire libre, en parte públicos, frente a la entrada del centro liberando parte del solar, en parte privados, medianera con las construcciones aledañas, como jardín para sus usuarios. Así, casi un tercio de la parcela, 475 metros cuadrados, quedan libres, dejando para la construcción 1.336 metros, de los que 875 serán espacios interiores.