El 26 de septiembre de 2007, tan sólo dos años después de la puesta de la primera piedra (6 de octubre de 2005), se inauguró el Edificio Vital de forma oficial. La nueva sede de la Caja Vital Kutxa, construida junto a la importante zona natural protegida de humedales de Salburúa (con la que crea una estrecha relación), en el límite nordeste de la capital alavesa, iría posteriormente recibiendo a los más de 200 empleados que, siendo de aquellos departamentos que no realizan atención al público, ocuparían el edificio. Se realizó por tanto un traslado gradual desde las oficinas del centro de Vitoria al nuevo y representativo enclave. La obra, con un presupuesto de 31 millones de euros, se compone como un mecano mediante 5.000 metros de acero y vidrio. Su imagen exterior congrega varias ideas superpuestas como generatriz de una única piel: reflejo por un lado del pequeño bosque de juncos cercano a la obra, nacidos de los humedales; y por otro, de la vida, representando con su planta y con su fachada un cromosoma, símbolo de la vida y, por ende, de la génesis de la empresa.
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