El modelo eco-eficiente materializa un prototipo teórico, es un ejercicio que plantea y desarrolla una metodología proyectual que define y analiza unos parámetros variables, y que invita a la reflexión sobre la necesaria conciliación entre demandas de usuarios, formas, materiales y necesidades energéticas, en un determinado medio natural y en una época en los que se han producido significativos avances tecnológicos. Como señalaba B. Rudofsky en Architecture Without Architects: “la filosofía y el conocimiento de los constructores anónimos es la mayor fuente no aprovechada de la inspiración arquitectónica del hombre industrial”.
La labor edificatoria supone la introducción en el medio de un organismo, con una escala determinada, que ocupa y modifica visualmente un territorio ajeno, alterando la vegetación existente y la temperatura del entorno, obstruyendo la radiación solar y contaminando el aire, el terreno y las aguas.
Así, la Arquitectura Bioclimática busca incorporar conceptos tales como el respeto al medio natural, y la simbiosis con éste, frente a un parasitismo orgánico, o una implantación aséptica o descontextualizada. Para ello precisa de intervenciones integradas física y visualmente en el terreno, que hagan uso de materiales y técnicas sancionados por su adaptación al clima y a las condiciones del lugar, que se materialicen en construcciones que empleen materiales poco o nada contaminantes, en ninguna de las fases de su ciclo vital, que produzcan una cantidad mínima de residuos, y que requieran un mínimo consumo energético.