Si bien la T-4 española es menor en tamaño que la posterior 3-B de Pekín, participa de un concepto muy similar. Este proyecto ha sido galardonado con los prestigiosos premios Stirling y RIBA European Awards 2006, concedidos por el Real Instituto de Arquitectos Británico, destacándose su limpieza de líneas y la eficiente gestión de flujos tanto de personas como de equipajes.
España, como segundo destino turístico del mundo, después de Francia, tiene en su red de aeropuertos la clave que hará posible mantener este liderazgo, duplicando la capacidad de absorción de tráfico aéreo en 2020, de acuerdo a las previsiones del gobierno. Para ello será necesario invertir importantes sumas que se destinarán a aumentar la operatividad de los mismos y la eficiencia de “handling”, introducir mejoras en la seguridad e integrar el sistema de navegación aérea español en el Cielo Único Europeo.
Como realizaciones que ilustran este esfuerzo destacan la ampliación del Aeropuerto Madrid-Barajas, la magnífica terminal sur del Aeropuerto de Barcelona, y las intervenciones en los de Málaga, Islas Canarias, Valencia o Alicante que, por su capacidad turística, se encuentran “entre los aeropuertos con mayor capacidad para crecimientos muy destacados” (nota de prensa Madrid, 07 de noviembre de 2006. Ministerio de Fomento). En ocasiones, un único aeropuerto por provincia no es suficiente, así ocurre en Madrid donde se ha iniciado la construcción de dos nuevos aeropuertos, uno en Campo Real para carga y otro en El Álamo-Navalcarnero, para 2016, que incorporará escuelas de aviación y vuelos deportivos y de negocios.