Con motivo de la celebración hoy, del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, encontraremos para analizar el papel que juega la mujer trabajadora en nuestro país, infinidad de estudios y estadísticas que nos ayudan a valorar con datos cómo ha evolucionado su figura en el tejido empresarial. Sin embargo, precisamente, como mujer trabajadora y después emprendedora y empresaria, y una amplia experiencia y trayectoria profesional, tengo una percepción propia de la evolución que hemos sufrido las mujeres en el ámbito laboral. Actualmente en progreso hacia un futuro positivo, sin barreras para las mujeres. ¡Vamos por el buen camino! Aunque matizando que, aún, queda mucho por hacer. La lucha de nuestras antecesoras se mantiene en nosotras, esperemos que ya no sea necesaria en nuestras predecesoras.
Editorial Protiendas nació hace 16 años con un equipo formado por cuatro miembros, siendo yo la única mujer. Ahora, con el paso de este tiempo, los cambios efectuados, la modernización empresarial y el crecimiento exponencial que ha sufrido la editorial, la empresa ha ido evolucionando, ampliando sus cabeceras e incorporando más profesionales al equipo, aumentando en casi más del doble su número. En este tiempo, el perfil de la mujer dentro de nuestra pyme también se ha visto incrementado, y a día de hoy, de entre todos los miembros, las mujeres ocupan el 90% de la plantilla.
Este dato puede resultar llamativo, pero hay que destacar que la empresa está mayoritariamente formada por mujeres, por un desarrollo natural de los puestos de trabajo, no porque se haya pretendido elegir un género a la hora de ocupar dichos puestos. Y lo cierto es que esto es un pequeño ejemplo de hacia dónde tiende la sociedad en general, valorando cada vez más la capacidad, habilidad y profesionalidad de la mujer al igual que se hace con los hombres. Todos debemos seguir por este camino, trabajando juntos, como sociedad, para que la brecha entre hombres y mujeres se vaya acortando.
De hecho, respecto a ello, según los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), se observa que la tasa de empleo para las mujeres de 25 a 54 años en 2020 se sitúa en 67,4%, mientras que hace diez años, en 2009, se situaba en 64,4%. Esto supone un incremento laboral de las mujeres de un 3%. Asimismo, si analizamos los datos ofrecidos, en comparación con el perfil masculino, la brecha se sitúa en 2020 en 11,4%, siendo 1,5 puntos más bajos que hace una década. Por ello, podemos decir que estamos en un proceso de cambio largo. Nuestra sociedad y tejido empresarial va paso a paso, poco a poco, a veces muy poco a poco, pero evolucionando, aunque sea lentamente.
Otra cuestión que quiero puntualizar es la evolución de la figura de la mujer directiva en la sociedad y que también se ha visto reforzada desde que se constituyó la empresa. En concreto en nuestro caso, en 2015 se toma la decisión de que mi persona sea la administradora única de Editorial Protiendas y me encargue de la gestión de la empresa. Y en la actualidad, el desarrollo empresarial, por diversos motivos, ha finalizado con la adquisición de la totalidad de la empresa, siendo la única propietaria de la misma. Con esto quiero poner de manifiesto, que como sociedad hay que seguir trabajando para que cualquier mujer con esfuerzo, dedicación, constancia, etc., pueda conseguir llegar a ocupar puestos de máxima responsabilidad, sin que ello suponga renunciar, por ejemplo a la maternidad. Yo tengo dos hijas y a una vida profesional y personal satisfactoria.
En cuanto a ello, durante estos años, he observado que el mundo editorial ha cambiado mucho, como el resto del país. Se han venido introduciendo normas obligatorias en algunos sectores empresariales para conseguir la equiparación en los consejos de administración de los hombres y mujeres, la reivindicación femenina de un trato igual que los hombres, un mismo salario por un mismo trabajo, son metas que todavía no se han conseguido en su totalidad, si bien el camino recorrido es muy importante.
Así como los logros conseguidos en la equiparación de derechos y oportunidades ha avanzado mucho en España todavía tenemos ejemplos, a nivel europeo, que podemos alcanzar -por qué no una Presidenta del Gobierno en nuestro país, por ejemplo- y hay que animar, sobre todo aprovechando el día de hoy, a que nosotras, las mujeres empresarias, nuestras hijas, crezcan en una ambiente social de igualdad de género, sean educadas para alcanzar sus metas y sobre todo, sin renunciar a nuestra feminidad, tan necesaria en la vida y tan complementaria de la masculina, animo a todas a seguir perseverando en conseguir una sociedad más justa e igualitaria para las mujeres.