Ya hace tiempo que el baño dejó de ser el gran olvidado de la casa, esa estancia medianamente iluminada en la que únicamente pasábamos segundos de nuestro día a día. En la actualidad, se ha convertido en un territorio en el que sentirnos a gusto, relajados y cómodos, es decir, en nuestro spa particular. Además, con una sociedad cada vez más preocupada por el futuro, la renovación de estas estancias no solo tiene presente la estética y la comodidad, sino que a estos se suma la calidad, la tecnología y, especialmente, la sostenibilidad.
El baño es una de las estancias principales y más personales del hogar. Ese es tu espacio, donde te sitúas frente al espejo, sin nadie más alrededor, por regla general. Como indica Jose María Barros, Taps & Sanitary Product Manager de STROHM TEKA, es el sitio donde te preparas para salir con las pilas cargadas para un nuevo duro día, o donde disfrutas tu momento de relax y que te sirve para disfrutar, relajarte y tonificarte tras volver de esa dura jornada. En este sentido, “para diseñar un baño, indiscutiblemente, se debe saber qué uso tendrá y para cuántas personas, cuáles son las necesidades específicas del usuario y las preferencias estéticas de éste. Es importante pensar, también, que cuando hablamos de baño hablamos de agua, y de garantizar el disfrute de ésta. Por ello, los productos que se elijan deben estar pensados para cumplir con esta función y aportar máximo confort, además de para un uso responsable y sostenible de los recursos ahorrando el máximo de agua y energía”, analiza Gemma Monràs, Product Manager Core de GROHE España. En este sentido, José María Barros continúa explicando que a la hora de crear un baño, la funcionalidad, el diseño y la durabilidad son tres factores fundamentales a tener en cuenta. “Todos los elementos que encontramos en un baño, desde los muebles hasta la grifería, pasando por las luces o las columnas de ducha, tienen una labor fundamental y el baño no se entendería sin ellos”.