El germen del Aeropuerto de Santiago se sitúa en el año 1932 cuando un grupo de aficionados a la aeronáutica crean un aeroclub. Dos años más tarde acuerdan que el aeródromo se ubicará en la zona denominada Crucero Bonito, en el municipio de Lavacolla. Las obras se inician en 1935 y los servicios comerciales regulares el 27 de septiembre de 1937, con la línea aérea Santiago-Salamanca- Valladolid-Zaragoza. La apertura provisional al tráfico civil nacional e internacional y de escalas técnicas de tráfico comercial se produce el 30 de junio de 1947. Un sencillo barracón de madera sirve a los viajeros de protección contra las inclemencias del tiempo. En el verano de 1948, se inician las obras de asfaltado de la pista norte-sur. La pista de rodadura y el estacionamiento se construyen entre 1953 y 1954, al tiempo que se levanta un centro de emisores y se instala un radiofaro omnidireccional para la mejora de las ayudas a la navegación. En 1958, se pone en servicio el balizamiento del aeropuerto y se instala un localizador portátil de ILS en la cabecera 35 y una radiobaliza en la 17. La central eléctrica se construye en la primavera de ese año. En 1961 se instala un equipo VOR. En el trienio 1964-1967, se realiza la ampliación de la pista 36/18, se instala un ILS, se construye el parque contra incendios, se mejora y amplía la calle de rodadura y el estacionamiento y se construye una nueva torre de control, y en 1969 un nuevo edificio terminal de pasajeros, que se amplía en varias ocasiones. En los años 80 se construye la terminal de carga, que se tiene que ampliar posteriormente debido a la fuerte demanda de mercancías que sufre Santiago por aire. En 1993, se le dotó de un LLS Cat II/III con el que se permite operar a los aviones en condiciones de baja visibilidad y reducir así significativamente los desvíos y cancelaciones producidos por condiciones meteorológicas adversas (niebla y nubes bajas).
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