Las particulares circunstancias que estamos viviendo han afectado significativamente al mercado de la climatización industrial y semi-industrial. Con el turismo y la hostelería a ralentí y las oficinas medio vacías, era imposible que el sector tuviera una evolución normal. Ahora toca mirar hacia adelante y enfocarse en las oportunidades que surgirán este año y en los próximos ejercicios, aprovechando el interés creciente en torno a la calidad del aire interior de los edificios.
La crisis generada por la COVID-19 ha golpeado duramente a todos los ámbitos casi sin excepción. Aunque la construcción fue una de las primeras actividades que se reanudaron tras el confinamiento, la paralización del resto de sectores y el clima de incertidumbre reinante ha detenido o aplazado muchas obras de nueva construcción o rehabilitaciones previstas antes de que se declarase la pandemia.
Si nos centramos en las instalaciones de climatización, el mercado presentó una tendencia muy dispar si hablamos del ámbito residencial o del industrial y comercial. “Partiendo de que el año 2020 tuvo un desarrollo inesperado e impredecible, los resultados para el sector en su totalidad fueron mejores que lo que las primeras previsiones indicaban, con una disminución interanual de menos del 6% en volumen de facturación…