El ser humano a lo largo de los años ha venido reinventando su manera de desarrollar infraestructuras, buscando la forma de volver a tener un vínculo más cercano con la naturaleza. En ese proceso surge la Arquitectura biofílica.
El término biofilia fue acuñado por el psicólogo Erich Seligmann (1973), quien proponía que existían dos grandes fuerzas en la vida del hombre la primera es la bioflia, fuerza que impulsa al ser humano a amar la vida y a crear, mientras que la segunda es la necrofilia, que surgr cuando el hombre se deja llevar por el egoísmo, la soberbia, la avaricia, la violencia, el ansia de destruir y el odio a la vida.
Basándose en estos principios, Edward Wilson pUblicó en 1984 un libro titulado biofilia, en el mismo relata como el contacto con la naturaleza es esencial en el desarrollo psicológico del ser humano. Considerando que en los inicios de la evolución del ser humano este se relacionó de manera estrecha con su entorno, creando una necesidad congénita de estar vinculado de forma cercana con otros seres vivos.
La Arquitectura biofílica recoge todos estos principios y los pone a la disposición del diseño de infraestructuras, gestionando espacios que tienen en cuenta la naturaleza y al entorno. Es así como este tipo de diseño ha venido incorporando elementos de la naturaleza en espacios urbanos o interiores con el objetivo de ayudar a que las personas se sientan mejor.
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ToggleCaracterísticas de la Arquitectura biofílica hasta ahora
Para alcanzar la integración de la naturaleza con los diseños de diversos espacios, los arquitectos han incorporado características del mundo natural tales como agua, vegetación, luz natural, entre otros. En los inicios de este tipo de diseño se consideró el hecho de que por la dinámica laboral que vive el hombre moderno, sus actividades se desarrollan durante más tiempo en espacios techados y cerrados, esto motivo a iniciar un movimiento biofílico de incorporar elementos naturales en paredes, techos e intersecciones.
Sin embargo esta propuesta en algunos casos resultó ser un poco abrumadora para algunos, de allí que se pasó a propuestas más abiertas, que motivaran a las personas a convivir en espacios que mezclaran diversos elementos naturales dentro de su cotidianidad. Es así como las características que marcaron los inicios de la Arquitectura biofílica, estuvieron marcadas por la integración de elementos naturales en grandes proporciones, tal y como lo describimos a continuación:
- Integración de ecosistemas: Esta tendencia estuvo marcada por la recreación de ecosistemas en espacios arquitectónicos En tal sentido se seleccionaba un ecosistema específico como por ejemplo el xerófilo, incorporando cactáceas y suculentas en el diseño.
- Formas biomórficas: Las formas y patrones que evocan formas orgánicas, formas de la biología. Son figuras que nos hacen pensar en microorganismos o que nos recuerdan las figuras, texturas o diseños de la naturaleza. En el ejemplo podemos apreciar como el modelo de la estructura diseñada por las abejas en sus colmenas, sirve como techo en esta
- Materiales naturales: Utilizar materiales naturales en el diseño recrea la sensación de estar en contacto con el Es así como esta tendencia incorporó en mobiliarios y espacios, texturas y diseños con materiales naturales sin grandes procesamientos, como por ejemplo el bambú, la arena, el musgo.
Tendencias de la Arquitectura biofílica para el 2023
La creación y mantenimiento de espacios y entornos naturales pasó de ser un elemento del diseño a una necesidad, uno de los aprendizajes que nos dejó la pandemia es que debemos hacer parte de nuestro contexto inmediato a los elementos de reservas naturales, parques, jardines, etc. Quedó demostrado que ante una situación de estrés la relación y el vínculo que podemos generar con plantas y animales mejora el estado de ánimo, la toma de decisiones y la capacidad para ser resiliente ante situaciones adversas.
En este sentido el diseño biofílico incorpora nuevos elementos en el 2023, no solo se centra en plantas o materiales, incorpora ahora sensaciones que nos ofrece la naturaleza. La tendencia va dirigida a experiencias más integrales y que brinden múltiples beneficios a los usuarios de los espacios. Te mostramos las características que verás en este tipo de arquitectura para este año.
1.-Orden: Hasta ahora los diseños biofílicos apostaban más por la asimetría natural que se encuentra en un ecosistema, para este año se propone hallar el orden dentro de estos elementos naturales y recrearlos, buscando una sensación más armoniosa al estar en el ambiente recreado.
2.- Estimulo visual con elementos naturales: Se busca generar la emoción de sentirse en un ambiente natural, empleando diversos elementos que podrían estar presentes en la naturaleza, combinando diversos tipos de plantas, materiales, formas, movimiento, incluso animales. Tal y como se muestra en la propuesta, hay plantas, un salto de agua, luz natural y un estanque que cuenta con peces.
3.- Luz dinámica y sensación térmica: Este aspecto mezcla las distintas intensidades de luz, con las sombras para dar un efecto de naturalidad. De igual manera se suman espacios con y sin acondicionamiento de aire, para generar cambios en la sensación térmica, tal y como ocurriría en un espacio natural.
4.- Presencia de agua: El agua es un elemento que inyecta energía y vitalidad a los espacios. El uso de estanques, saltos, cascadas, fuentes brindan un toque de tranquilidad y armonía. Como vemos en el ejemplo esta infraestructura brinda a los usuarios, sonidos, olores, temperaturas, acordes a la presencia de este cuerpo de agua que se inserta en la edificación.
La arquitectura biofílica cambia la percepción que tiene el usuario del ambiente en el que se encuentra, esa conexión que todos tenemos con la naturaleza permite que disfrutemos de los colores, aromas y la armonía que transmiten los diseños naturales. Sin duda este tipo de arquitectura no es un complemento, es una necesidad para mejorar la calidad de vida actual del ser humano.