La arquitectura de Sol Madridejos y Juan Carlos Sancho Osinaga, el madrileño estudio Sancho-Madridejos Architecture Office, es una búsqueda constante en torno al vacío, al tono y al pliegue, donde todo se analiza en un proceso preciso y metódico. La obra del estudio madrileño, con profundas raíces ancladas en las obras de Eduardo Chillida y Le Corbusier, está fuera de los cánones de la moda arquitectónica, cuestionando incesantemente el espacio y el objeto, aspectos básicos que conforman en la Capilla privada de Valleacerón, en Almadén, Ciudad Real.
La pieza de la Capilla se desarrolla alrededor del estudio y manipulación de un “pliegue-caja”, tensionado focalmente. La Capilla se sitúa en lo alto de una ligera loma, convirtiéndose en punto de referencia en el paisaje que se domina desde el acceso a la finca –a una cota más baja y a dos kilómetros de distancia-, mostrando distintas visiones desde todo el recorrido. Al llegar a la zona de residencia contigua se rodea la Capilla, convirtiéndose ésta en pieza de giro del acceso sin una referencia frontal clara. La Capilla se orienta, con un ligero desplazamiento, según el eje Oeste-Este. La entrada se realiza en ascenso por la fachada Oeste, hasta llegar, ya interiormente, al punto focal, en frontalidad no simétrica.