¿Cuáles son los principales condicionantes con los que se encuentra un arquitecto a la hora de realizar proyectos de vivienda social?
El primer condicionante es optimizar el diseño-funcionalidad de las viviendas, junto con el aprovechamiento del suelo, para los cubrir las necesidades de los usuarios a los que irán destinadas y, por supuesto, los de siempre, económicos, normativa y la búsqueda de la mejora edificatoria para conseguir unidades habitacionales de calidad.
¿Qué diferencias fundamentales hay entre los proyectos de viviendas sociales que se realizaban en las décadas anteriores con respecto a las últimas propuestas?
La normativa técnica actual es mucho más exigente y garantista para el usuario final, esto conlleva una mayor calidad en el producto final y una mayor seguridad jurídica. Las sociedades cambian, y últimamente a velocidades de vértigo. Es por ello que las viviendas necesitan ser más flexibles y poder adecuarse a una demanda en la que la movilidad, los horarios y las condiciones de uso son variables.
Desde su punto de vista, ¿Qué principales valores debería primar a la hora de proyectar un edificio? (funcionalidad, ecoeficencia, sostenibilidad, precio, relaciones humanas…)
Nuestra actividad requiere un número importante de consideraciones desde la misma concepción inicial del proyecto; entorno, imagen, escala, mercado, raíces. El conjunto edificado seria deficiente si no cumpliera con algunos de los parámetros inherentes a la Arquitectura con mayúsculas. Todos los citados son fundamentales incluso el estético, como valor básico a la hora de mejorar el entorno visual. Los edificios no tienen sentido si no son relevantes para las personas.
¿Cómo debe relacionarse una vivienda social con el entorno (ciudad)? Y, ¿con sus usuarios?
Creamos lugares, lugares para disfrutar, lugares para vivir. Apostamos por un acercamiento de la arquitectura al hombre, que conduzca a la creación de un lugar genuino enraizado en su historia, de forma natural, fluida, sencilla y abierta.