Aunque las cubiertas ecológicas todavía son algo poco frecuente en nuestro país, poco a poco vemos más edificios que optan por este tipo de instalaciones para coronar sus azoteas. Habitualmente se trata de edificios singulares, sedes corporativas de empresas interesadas en vincular su marca a una imagen de innovación y preocupación por
el medio ambiente o edificios de la Administración o financiados con fondos públicos, con el objetivo de servir de ‘punta de lanza’ o ejemplo para todos los demás.
“La cubierta ecológica es un sistema especialmente diseñado para proporcionar un entorno más ecológico en las cubiertas planas. Mediante este tipo de cubierta se consigue aumentar los metros cuadrados dedicados a zonas verdes en el interior de las ciudades y, de esta forma, colaborar con el medio ambiente”, comenta Mikel Marimón, Director de la Oficina Técnica de Sánchez Pando.
Como se indica desde ZinCo, “naturaleza y ciudad son, generalmente, conceptos antagónicos. Calles asfaltadas, plazas pavimentadas, gran cantidad de edificios de hormigón, etc., hacen que el ciudadano actual ansíe poder disfrutar de una naturaleza que no encuentra en su entorno habitual.