El cambio climático es una realidad y como consecuencia de ello los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes. Se trata de un grave problema que nos afecta a todos y es necesario buscar soluciones para tratar de paliarlo y minimizar los devastadores efectos que pueden provocar.
En lo que se refiere a la edificación, la cubierta es el elemento más expuesto del edificio y, por lo tanto, el más susceptible de verse afectado por fenómenos meteorológicos adversos como la lluvia, el viento o la nieve, que pueden deteriorar los elementos que lo componen, poniendo en peligro su integridad y seguridad.
Humedades, filtraciones o desprendimientos son algunas de las patologías más comunes que se pueden dar en el tejado, por lo que es muy importante contar con soluciones constructivas resistentes y capaces de garantizar la integridad de la cubierta.
Así, desde la sección de Tejas de Hispalyt (Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida) se recuerda que la teja cerámica es una solución segura, incluso ante las inclemencias meteorológicas más adversas.
Elegir una cubierta ventilada de teja cerámica es recomendable por sus altas prestaciones, como la eficiencia energética y por sus posibilidades de diseño, pero también por la seguridad que tiene toda la infraestructura, tanto en condiciones normales, como ante la posible irrupción de circunstancias climatológicas adversas.
Tabla de contenido
ToggleSolución eficiente y eficaz
Las cubiertas cerámicas son una solución eficiente y eficaz ante inclemencias temporales como la lluvia, el viento o la nieve, presentando mayor resistencia, durabilidad y estabilidad, frente a otros sistemas como pueden ser los de chapa metálica.
El tejado de tejas facilita la correcta evacuación del agua, reduciendo el riesgo de filtraciones. Su instalación con ventilación bajo teja posibilita la creación de una cámara que permite la circulación del aire, amortiguando los cambios de temperatura, protegiendo el aislamiento térmico y acústico, y evitando que la humedad se quede estancada entre las tejas. Una cubierta cerámica bien ejecutada es una garantía frente a humedades y goteras.
Tampoco la acción de los fuertes vientos compromete la estabilidad de una cubierta ventilada cerámica. Ensayos efectuados por fabricantes de tejas asociados a Hispalyt demuestran que ni siquiera un viento de 180 km/h es capaz de levantarla. Estas mismas pruebas demuestran la capacidad de una teja de mantenerse intacta ante lluvias torrenciales superiores a 6 litros por minuto y metro cuadrado.
En cuanto a la nieve, fenómenos como Filomena han puesto a prueba las cubiertas de los edificios, demostrándose que el sistema constructivo completo con acabado de teja cerámica es una solución mucho más segura y eficaz.
La teja cerámica es muy resistente al daño mecánico (golpes, arañazos) y a las inclemencias del tiempo, permaneciendo prácticamente inalterable con el paso de los años. Los fabricantes ofrecen garantía de las tejas hasta 50 años.
Además, en caso de reparación, el empleo de teja cerámica facilita la sustitución de las piezas dañadas de manera individual, pudiendo repararse solo aquellas partes del tejado que presentan daños y no la cubierta al completo. Otros materiales obligan al instalador a retirar una superficie mayor –toda la placa metálica en caso de ser de chapa– para reemplazarla por otra en buen estado, lo que supone una mayor inversión en tiempo y dinero.
Seguridad frente al fuego
Hablando de seguridad tenemos que referirnos también al comportamiento frente a incendios. Las tejas cerámicas desde el punto de vista de la reacción al fuego están clasificadas como A1, lo que significa que no es necesario realizar ensayos.
Las tejas nos son combustibles, no emiten gases, ni humos en contacto con la llama y no contribuyen a la propagación del incendio, garantizando la máxima seguridad del usuario.
En definitiva, la instalación de cubiertas ventiladas de teja cerámica es aconsejable tanto en obra nueva como en rehabilitación ya que además de la máxima seguridad ante la meteorología adversa o el fuego, aportan otros valores a los edificios en los que se instalan, como elevada eficiencia energética, durabilidad con bajo mantenimiento, elevado confort y habitabilidad.
Más información en: www.tejadodetejas.es