Convertirse en una personalidad en el mundo de la arquitectura es algo que no ocurre de la noche a la mañana, conlleva un trabajo muy duro de perseverancia, y no siempre se consigue con el primer proyecto a veces pasan años e infinidad de proyectos hasta que llega uno que hace que la popularidad se desborde.
A lo largo de este artículo vamos a analizar cuáles fueron las obras que pusieron a los arquitectos con más renombre de la arquitectura mundial en el firmamento de las estrellas.
Cinco edificaciones estrellas
Frank Lloyd Wright, Casa Robie, Chicago: es una construcción discreta en comparación con otras de sus obras como puede ser la Casa de la Cascada o el Museo Guggenheim de Nueva York, pero es fundamental en la carrera de este arquitecto ya que supuso el punto de salida y el momento de consolidación del estilo de Frank Lloyd Wright.
En la primera década del siglo XX, Wright desarrolló su propio lenguaje arquitectónico basado principalmente en las líneas horizontales, aleros pronunciados y plantas centradas en la figura del hogar, siendo esta obra el ejemplo de todas sus teorías. Fue un edificio que revolucionó conceptos arquitectónicos y con gran influencia en Estados Unidos y en Europa, sin embargo el reconocimiento que merece tal obra tardó en llegar, siendo a punto de ser demolida y finalmente declarada hito nacional en 1963.
Mies van der Rohe, Casa Wolf, Gubin (Polonia): los años 20 del siglo pasado, fue una época de cambios para Mies van der Rohe quien reorientó su vida profesional empapándose de las corrientes vanguardistas berlinesas de la época, alejándose definitivamente del estilo neoclásico que había predominado en sus primeros años.
De este modo, la casa Wolf marca un antes y un después con respecto a las villas construidas anteriormente, donde aplicó la mayoría de las ideas que posteriormente desarrolló a lo largo de toda su carrera; abandonó el uso de la cubierta inclinada y comenzó a experimentar con la distribución flexible y fluida y la estrecha comunicación del interior con el exterior, lo que la constituyó como la primera casa moderna de Mies.
Desgraciadamente esta obra maestra fue devastada en 1945 por un bombardeo del ejército soviético, por lo que el único vestigio que queda de esta maravillosa obra son las imágenes de archivo.
Le Corbusier, Casa doble en la Weissenhofsiedlung, Stuttgart: en 1927 la asociación Deutscher Werkbund organizó la exposición Die Wohnung (La Vivienda) en Weissenhofsiedlung, un barrio de Stuttgart, donde se buscaba crear nuevas soluciones para la escasez de vivienda en Alemania tras la Primera Guerra Mundial. La exposición, con gran repercusión a nivel social constaría de 21 edificios y supuso la ruptura con la arquitectura tradicional impulsando un nuevo estilo, el Neues Bauen.
En medio de este entorno, Le Corbusier junto con su primo Pierre Jeanneret llevaron a cabo estas dos casas en la esquina de un solar, donde Le Corbusier aprovechó para presentar el enunciado de los “Cinco punto de la nueva arquitectura”, asentadas las bases de su idea de la casa como la “máquina de vivir”, basándose en un diseño con construcción ligera y sostenida sobre pilares delgados, austero y elegante, con cubierta plana, y salas flexibles que puedan redistribuirse, cinco puntos que representan grandes libertades en relación con las restricciones impuestas con la construcción tradicional de piedra o ladrillo. Un auténtico punto y aparte con la anterior arquitectura, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2016.
Richard Rogers y Renzo Piano, Centro Georges Pompidou, París: podría considerarse como uno de los edificios más polémico y que resultó difícil de entender por parte de la población en sus inicios, comparando su estilo high-tech como una refinería de petróleo. Sin embargo, fue la tarjeta de presentación de Richard Rogers y Renzo Piano, quienes en aquella época contaban con 36 y 32 años y eran casi unos desconocidos. Además de su estilo estético el carácter multidisciplinar del centro, compuesto por un museo, una biblioteca, un espacio dedicado a la creación y otro a la experimentación musical, también fue algo revolucionario en ese momento, cambiando el modo en que se perciben y construyen los museos desde entonces.
Frank Gehry, Casa de Frank Gehry, Santa Mónica (California): tras adquirir una vivienda su segunda esposa, una pequeña casa de color rosa, de estilo colonial holandés en un barrio burgués de Los Ángeles, Gehry decidió reformar lo que él consideraba “una encantadora casita sosa”, construyendo alrededor de ella, reformando y ampliando, aplicando la fragmentación volumétrica y dilución de entre lo construido y lo deconstruido, que posteriormente sería su seña de identidad y que se observaría en sus proyectos más conocidos, como el Museo Guggenheim, de Bilbao o la sala de conciertos Walt Disney de Los Ángeles.
Además, la construcción utiliza materiales baratos, algo inédito en la construcción residencial, sacados de su contexto. Algo que le otorga cierta condición misteriosa y experimental que no gustó nada a sus vecinos, hasta tal punto que la casa fue tiroteada en una ocasión. Sin embargo, se trata de un proyecto que deja atrás la pequeña escala, algo que fue reconocido cuando en 2021 el American Institute of Architects (AIA) le concedió el prestigioso galardón Twenty-Five Year Award, que reconoce aquellos edificios que siguen ejerciendo una gran influencia 25 años después.