Las oficinas de la constructora Peinsa se ubican en la localidad murciana de San Javier. Allí, la proximidad al mar y la vegetación colindante marcan el diseño del complejo, en una necesidad de continuidad estética con el paisaje y el cielo, donde la utilización de colores fríos en los materiales referencia un contacto necesario y natural con la zona de alojamiento, y una propuesta de aislamiento ambiental contra el cálido clima estival del mediterráneo.
Tres volúmenes se integran aquí dentro del solar, tres módulos individuales que forman una unidad plural, donde se perciben distintos factores tanto de hermanamiento como de intencionada distensión entre el edificio principal y los de servicios.
Destaca durante todo el complejo la utilización de paneles rejilla de poliéster reforzado con fibra de vidrio (Fibrotec), placas translúcidas verdosas emparradas con alta resistencia a la corrosión, bajo peso y fácil montaje, que se combinan incesantemente con el vidrio, los paneles metálicos y las estructuras.