España, un país con una fuerte tradición histórica y arquitectónica, cuenta con un tejido urbano formado por grandes obras de maravillosos profesionales, arquitectos con mayor cobertura mediática o menos, pero todos ellos con una gran profesionalidad.
En esta ocasión nos centraremos en los arquitectos que han recibido el reputado premio internacional Pritzker, el más alto honor en la profesión, que en ocasiones se ha comparado con el Premio Nobel de la Arquitectura. En España contamos con un gran número de edificios llevados a cabo por este selecto grupo, conozcamos algunos de ellos:
Philip Johnson, Edificios Puerta de Europa o Torres Kio, Madrid (1996): el primer arquitecto en ser galardonado con el Pritzker en 1979, comenzó a diseñar, 10 años después y junto a John Burgee este par de rascacielos para la Plaza de Castilla de Madrid. Inauguradas en 1996, en su momento, fueron las primeras torres inclinadas del mundo, 15 grados, una hazaña de la ingeniería tomando en cuenta que ambas miden 115 metros de alto. Algo único que ha convertido a estos edificios en reclamo de la capital española.
Frank Gehry, Guggenheim (1997) y Hotel Marqués de Riscal en Elciego (2006): hablar de este arquitecto sin mencionar el Guggenheim de Bilbao es imposible, ya que marcó un antes y un después en la arquitectura. Sin embargo, para no hablar únicamente de este edificio mencionaremos también una vieja bodega de vino en un espectáculo visual que llama poderosamente la atención por su forma y color. El arquitecto quiso que el edificio se asemejara a una botella de Marqués de Riscal. Así, algunas de las placas de titanio que conforman la fachada tienen el color violeta asimilándose al tono de vino de Rioja, mientras que el color plateado del resto de la fachada recuerda el papel de aluminio que envuelve los tapones. Y, por último, el uso del dorado se asimila al color de la malla que normalmente envuelve las botellas de esta bodega. Cabe destacar que Gehry obtuvo el premio Pritker antes de que llevara a cabo estas obras tan representativas, por lo que fue premiado por el aporte de su obra al mundo de la arquitectura, no por grandes obras.
Zaha Hadid, Pabellón de Bodegas López De Heredia, Hora, (2006): en España hubo una temporada donde el diseño de bodegas se encargó a grandes arquitectos, este fue el caso de Zaha Hadid que fue contratada por R. López de Heredia, para modernizar el pabellón de exhibición. En España se puso de moda encargar el diseño de bodegas de vino a grandes arquitectos, sobre todo ganadores del Premio Pritzker. Las formas modernas y curvas del pabellón entroncan con la tradición centenaria de esta bodega. En palabras de la propia arquitecta, este edificio “representa un puente entre el pasado, el presente y la evolución futura de esta bodega”. Zaha Hadid fue la primera mujer en ser galardonada con el Premio Pritzker en 2004 y, a pesar de su temprano fallecimiento, su legado e impronta en el mundo de la arquitectura es muy grande.
Jean Nouvel, Torre Agbar/Torre Glòries, Barcelona, (2005): este arquitecto francés ganó el Pritzker en 2008. Antes de este año diseñó junto a Fermín Vázquez, la Torre Glòries; el tercer edificio más alto de Barcelona, el cual domina el horizonte de Barcelona. Según Nouvel, «este no es un rascacielos en el sentido estadounidense de la expresión. Es un desarrollo único en el medio de esta ciudad tranquila. Pero no es la verticalidad delgada y nerviosa de las torres y campanarios que a menudo salpicaban las ciudades horizontales. Es, en cambio, una masa fluida que se ha hundido en el suelo, un géiser bajo presión permanente calculada”.
Aldo Rossi, Museo do Mar (2002): es uno de los grandes edificios en España más desconocido. Se sitúa en la playa de Punta do Muíño, y fue construida en 1990 por el ganador del premio Pritzker, Aldo Rossi, junto con el arquitecto gallego César Portela. Un espacio sencillo y único desde el que se puede contemplar la magnificencia del Atlántico.
Álvaro Siza, Parc Esportiu Cornellà (2004): situadas en Cornellà (Barcelona), este centro deportivo abrió sus puertas en 2004, y está formado por una piscina cubierta abovedada, convertida en la favorita de los usuarios de natación como de la arquitectura.
Richard Meier, Museu d’Art Contemporani de Barcelona (1995): el arquitecto de los edificios blancos y premio Pritzker en 1984, construyó en el barrio gótico de Barcelona un museo pensado para reestructurar esta zona de la ciudad condal. Su entrada es un vestíbulo cilíndrico, iluminado desde arriba, que lleva a una sala de rampa acristalada de triple altura. El mismo arquitecto ha declarado, “este museo ha jugado un papel fundamental en la reestructuración del barrio gótico de Barcelona”.
Rafael Moneo, Ayuntamiento de Murcia (1998): R. Moneo es el primer arquitecto español el recibir el premio Pritzker. En España, como no podía ser de otra forma contamos con infinidad de obras del navarro, pero el edificio del ayuntamiento de Murcia, marca la diferente. Sus líneas verticales en fachada se enfrentan directamente con los ornamentos de la Catedral de Murcia. El principal reto del arquitecto fue llevar a cabo ese diálogo entre un edificio moderno y otro histórico.
Norman Foster, Palacio de Congresos, Valencia (1998) y Torre Cepsa, Madrid (2008): ganador del premio Pritzker en 1999, fue el artífice del Palacio de Congresos de Valencia, inaugurado un año antes de que el arquitecto recibiera su premio. Con este proyecto se intentó aprovechar al máximo el clima valenciano, aprovechando el voladizo para proporcionar sombra, los estanques de agua refrescan el ambiente y la fachada acristalada permite la entrada de luz natural. Llevó a cabo, también la Torre Cepsa de Madrid, también conocido como Torre Foster, precisamente por el arquitecto que la concibió. Sin duda, lo que más llama la atención de este edificio es su increíble altura de más de 250 metros y 45 plantas de aluminio y vidrio.
Arata Isozaki, Domus la Casa del Hombre, A Coruña (1995): ganador del Pritzker en 2019 también ha dejado su sello en España. Uno de los edificios más famosos es el que llevó a cabo en colaboración con César Portela, el Domus, un museo de ciencias dedicado al hombre y ubicado en A Coruña. El ganador del Pritzker en 2019 también ha dejado su sello en España. Uno de sus edificios más famosos es el que diseñó en colaboración con César Portela: el Domus, un museo de las ciencias dedicado al hombre y situado en A Coruña. Se sitúa en una zona acantilada, cerca al océano, destaca por su grandiosidad e integración con el entorno. Encaja a la perfección con el emplazamiento marítimo en el que se emplaza con una fachada ondulada que se compone por 6.000 tejas de pizarra que parece bailar con el viento.
Jacques Herzog y Pierre de Meuron, sede del BBVA, Madrid (2015): ganadores del Pritzker en 2001, firmaron 15 años después el proyecto para la sede central del banco BBVA a las afueras de Madrid. Lo que más llama la atención de este edificio es el gran rascacielos ovalado con una fachada de cristales reflectantes, que adoptan una espectacular paleta de colores con las puestas de sol. Esta forma característica ovoidal del edificio central, una construcción de 93 metros de altura, ha hecho que pase a conocerse popularmente como “La vela”.
Renzo Piano, Centro de Arte Botín, Santander (2017): es la única obra de Renzo Piano en nuestro país, sin embargo, el ganador del Pritzker en 1998 se enamoró del entorno. En colaboración con Luis Vidal llevaron a cabo este edificio con un total de 9.000 m2, compuesto por dos volúmenes de diferentes tamaños que se soportan por columnas y suspendido parcialmente cobre el mar, lo que hace que a nivel de calle sea diáfano sin impedir la vista del mar desde las zonas adyacentes.
Oscar Niemeyer, Centro Cultural Internacional, Asturias (2011): aunque se hizo esperar en nuestro país, el referente de la arquitectura brasileña, premiado con el Pritzker en la edición de 1988, el Centro Niemeyer de Avilés, lleva su sello inconfundible de formas y colores. Es la última obra diseñada por el arquitecto, y en ella se aprecian todos los elementos destacables de su obra.
Toyo Ito, “Torres Fira”, Torre Realia BCN y Hotel Porta Fira, Barcelona (2009): son dos torres rojas de 112 metros de altura que se ubican en la Plaza de Europa, diseñada por Toyo Ito, Pritzker 2013, en colaboración con Fermín Vázquez. Una de las torres, la Torre Realia BCN tiene 24 alturas, la cual destaca por su fachada traslúcida que contiene un núcleo cilíndrico rojo. La otra de las torres, el Hotel Porta Fira, es de forma totalmente orgánica y ondulada, ganador del premio Emporis Award al mejor rascacielos en 2010. Tiene un poco de más altura que su compañera.
Shigeru Ban, Pabellón de papel (2013): un año después de ganar el premio Pritzker, este arquitecto levantó para la IE University un pabellón de cartón, convertido en uno de los grandes secretos de Madrid. Un proyecto en el que el arquitecto fue fiel a sus principios y llevó a cabo tubos de cartón para organizar vigas, contrafuertes y demás, quedando a la vista de todos.
Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, Guardería «Els Colors», Manlleu (2004): se trata de un equipo español que ganó el Pritzker en 2017 pero ya en ese momento contaba con una extensa obra en Cataluña, ejemplo de ello es la guardería “Els Colors” inaugurada en 2004. El edificio es una yuxtaposición de diferentes piezas de colores, volúmenes en rojo, naranjas y amarillo que crean un entorno de luz y juego para los niños que disfrutan de las instalaciones.