Desarrollado en Europa en las primeras dos décadas del siglo XX, este movimiento artístico nació en el mundo de la pintura de la mano de Pablo Picasso y que buscaba romper con el concepto de pintura tradicional que todos conocían en ese momento. Pronto se vería cómo el Cubismo en arquitectura sería una tendencia.
El Cubismo que fue cobrando popularidad en toda Europa y que traspasó las barreras pictóricas llegando a la arquitectura, empezando a trasladar este movimiento a algunas de sus obras por parte de Le Corbusier. No obstante, donde más se desarrolló es te estilo fue en la antigua Checoslovaquia.
Los rasgos más destacados de esta arquitectura se engloban en los siguientes:
- Mayor expresividad en la arquitectura.
- Iluminación proveniente de distintos puntos.
- Mono-cromatismo basado en colores opacos como castaños y grises.
- Líneas rectas pero basadas en ángulos irregulares.
Las cinco obras más destacadas del Cubismo en arquitectura
Algunas de las obras más destacadas de este movimiento son:
Casa de la Madona Negra, Praga: construida por Joseg Gočár en 1912, alberga el único café cubista del mundo llamado Grand Café Orient. Un edificio excepcional en todas sus características, en su fachada, pero especialmente por la penetración del cubismo en su interior. Así, el arquitecto lleva el movimiento especialmente al portal de entradas, las ventanas abuhardilladas y la barandilla de la escalera. Luego en su interior lleva a cabo una pintura ilusoria con un diseño geométrico que impacta nada más verla.
Parroquia de San Francesco d’Assisi al Fopponino, Milán: el arquitecto Gio Ponti fue quien lleva a cabo este edificio que ofrece un espacio público en la parte densa de la ciudad con la plaza que crea. Su fachada está formada por huecos en forma de diamante. Verticalmente, las finas hendiduras crean un patrón de luces y sombras en el interior.
Fábrica de Sombreros Steinberg, Herrmann & Co., Luckenwalde, Berlín, Alemania: Erich Mendelson plantea un diseño en el que el enfoque es la producción funcional coexistente y la estética de cada detalle. Su punto más particular es la estructura del techo en la zona de tintorerías que recuerda a un sombrero estilizado. Esta parte del edificio fue demolida en la década de 1930 para evitar convertirse en el blanco de los ataques aéreos. Posteriormente fue restaurado entre 2006 y 2011.
Edificio del Banco de las legiones checoslovacas, Praga: tras la Primera Guerra Mundial, el cubismo se convirtió en un nuevo estilo artístico, el rondocubismo, siendo un gran ejemplo de este nuevo estilo este edificio, diseñado por el arquitecto Josef Gočár y construido en 1921-1923. Se trata de un edificio altamente decorado que glorifica el heroísmo de los legionarios chevos y eslovacos que lucharon contra los alemanes. En la plata baja y el piso superior se observa una interpretación del arco de la victoria romano de diseño rondocubista. En los pisos siguientes se incluyeron elementos geométricos circulares.
Palacio Adria, Praga: este es otro de los edificios rondocubistas que inundan las calles de Praga. Fue el arquitecto Pavel Janák quien diseñó este edificio donde la apariencia sobria de sus pisos inferiores contrasta con las elaboradas plantas superiores. Sobre le último piso se observa una estructura de torre de dos pisos que hacen de tributo hacia la arquitectura renacentista italiana, al ser la compañía italiana de seguros Riunione Adriatica di Sicurta la propietaria del edificio. Mientras, la herencia checa también se representa en el edificio con las esculturas de la fachada donde se muestra su vida diaria.
Muchos hogares modernos de hoy en día están inspirados por las formas geométricas y las perspectivas que caracterizan al cubismo en la arquitectura. Estos espacios, además de ser estéticamente atractivos, en la actualidad también están diseñados para integrar la tecnología, haciendo casas domóticas completamente automatizadas y que para funcionar necesitan, únicamente, tener contratada una tarifa de fibra en casa.