El primero de los dos arcos que sustentarán los puentes Margaret McDermott, diseñados por Santiago Calatrava y que se construyen sobre el río Trinity en Dallas, acaba de ser concluido y forma parte ya del paisaje urbano de la ciudad. Durante el mes de agosto se ha procedido a la instalación de la clave, la pieza central del arco, fabricada en acero blanco con una longitud de 95 metros (aproximadamente un campo de fútbol) y un peso de 180 toneladas. Esta pieza ha tenido que levantarse hasta una altura de 83,5 metros (aproximadamente 28 pisos) para ubicarla en su posición final, lo que supone todo una actuación compleja que requiere de una gran coordinación.
Los puentes Margaret McDermot forman parte de la serie de estructuras diseñada por Santiago Calatrava para la ciudad de Dallas en la llanura aluvial del río Trinity. El primero de ellos, inaugurado en marzo de 2012, fue el puente Margaret Hunt Hill. El Margaret McDermott está compuesto por dos puentes de similar arquitectura al icónico puente Margaret Hunt Hill. Aunque diferentes contextualmente en escala, posición y función, mantienen una relación conceptual. Las estructuras de los dos arcos de los puentes tienen una luz de 366 metros y alcanzan una altura de 83,5 metros en su punto más alto. Esto convierte a los arcos en los de mayor luz de los diseñados por Santiago Calatrava y uno de los veinticinco mayores del mundo (el 4º de EEUU). Las estructuras actúan como un elegante complemento a la principal entrada de la ciudad.
Ambos puentes forman parte del proyecto del Pasillo del río Trinity que supone la recuperación de sus orillas para convertirlos en un espacio natural y recreativo de la ciudad integrando los distintos distritos de Dallas que se ubican junto al río. El proyecto prevé la creación de lagos, playas y rutas forestales que permitirán revitalizar la zona. En el desarrollo de este proyecto, la construcción de estos puentes juega un papel determinante ya que permiten el acceso peatonal y en bici a la zona. Esta ha sido una clave del proyecto.En su diseño Santiago Calatrava ha considerado el acceso de los diferentes grupos de usuarios (los entusiastas de los paseos a pie, las personas en sillas de ruedas, los padres con cochecitos de bebés, así como de los ciclistas) proporcionándoles los mismos puntos de acceso y rutas para su disfrute. La seguridad de movimientos y la coexistencia de cada uno de estos usuarios están garantizadas mediante la utilización de bordillos para la delimitación de las vías, y los sistemas de iluminación, que contribuyen separar ls calzadas sin que se comprometa la integración que inspira todo el proyecto.
En las zonas periféricas del puente se han previstoáreas de descanso que permiten a los usuarios salir de las rutas para disfrutar de las vistas que ofrece el parque así como el paso de embarcaciones de vela bajo el puente. Este enfoque asegura la libertad de movimientos de los usuarios y provee de accesos totalmente flexibles que facilitan la interacción y mezcla de los ciudadanos.
Los pasos para peatones y ciclistas a través de los puentes flanquean la IH-30, y crean una conexión física sobre la llanura fluvial que une ambas orillas del río así como las comunidades vecinas. El sistema de senderos se funde con los cuatro puntos de acceso a los puentes asegurando un movimiento fluido sin obstrucciones.