Tras trabajar para Moneo creó su propio estudio. ¿Qué es lo más complicado para un arquitecto cuando emprende su camino sólo?
Hace ya más de diez años que abrí mi propio estudio en firme, aunque ya llevaba algunos años haciendo concursos. Ojalá hubiera olvidado qué es lo más complicado, pero creo que las dificultades siguen ahí y seguirán, como para la mayor parte de los arquitectos. Una de ellas es la enorme inversión, de tiempo y económica, necesaria para conseguir encargos; los concursos suponen un gran desgaste aunque sean, al mismo tiempo, fuente de energía. Otra es que, como arquitectos, nos convertimos forzosamente en pequeños empresarios, sin ser esa nuestra vocación. Los papeles, los contratos, los trámites, las obligaciones ante las administraciones son una carga difícil de llevar con buen humor. Frente a estas y otras dificultades, desarrollar proyectos y dirigir obras resulta lo más fácil.
Algunos nombres de arquitectos suelen ir asociados a su obra más representativa. ¿Qué opina de poner estas etiquetas?
¿Qué opino? Me parece estupendo que se me conozca asociado a una de mis obras, si es por su calidad, en tanto que eso me ayude a conseguir otros encargos. En todo caso, para ilustrar esta entrevista os envío material de otras obras que he realizado o tengo entre manos. No he proyectado ninguna otra bodega, aunque me gustaría, sino que he desarrollado proyectos muy variados.
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