Su pasión por la arquitectura hizo que Marc Chalamanch, Miquel Lacasta y Carmen Santana se unieran y crearan Archikubik, una agencia franco-catalana de arquitectura y urbanismo especializada en proyectos de fuerte impacto ecológico y social. Tal y como ellos mismo indican, en sus proyectos siempre se localiza la escala 1/corazón, ya que les permite desplegar una visión sistémica y holística necesaria para la desestandarización de la producción de nuestras ciudades y nuestras vidas. A lo largo de la siguiente entrevista ahondaremos más profundamente en su recorrido profesional y su evolución a lo largo de estos años.
Con más de 20 años desde que se fundara Archikubik, ¿qué principales diferencias existen entre su estudio y el resto? ¿Cómo han influido las nuevas generaciones?
Cada despacho construye su propio camino, su propia razón de ser. En nuestro caso empezamos creando el espacio transdisciplinar @kubik. En él trabajamos rodeados de un ecosistema que traspasa la disciplina arquitectónica y nos permite adquirir la visión sistémica, transversal y colaborativa integrada, quizás eso nos diferencia de otros despachos.
Nacimos como despacho con la comprensión del cambio paradigmático que significaba la llegada de las nuevas tecnologías y, en paralelo, con la consciencia de formar parte de la solución a la urgencia climática en la que nos encontramos. Entendimos muy pronto la necesidad de producir de otra manera y nos interrogamos continuamente sobre cómo hacemos las cosas, es decir, aprendemos a desaprender.