Por su versatilidad, es muy conocido el uso de la madera en la construcción como materia prima para la fabricación de otros elementos empleados en ella, como suelos, puertas, ventanas, etc. Sin embargo, no hay que olvidar que, por sí misma, se ha convertido en un elemento con entidad propia dentro de los sistemas constructivos. Este es el caso de las estructuras de madera laminada, que amplían el abanico constructivo con atractivos diseños a los que, además, imprimen las características propias de la madera.
Un material respetuoso con el medio ambiente y que, con la aplicación de las adecuadas soluciones de ingeniería, está al servicio de arquitectos y diseñadores en la ejecución de un gran número de obras.
Así lo ponen de manifiesto Maderas Medina y la Asociación Española de Importadores de Madera (AEIM), para quienes «hubo una época en la que la madera se consideraba un material que funcionaba relativamente bien cuando no se le exigía demasiado. Se pensaba que podía usarse, por ejemplo, para conseguir grandes luces o crear grandes edificios». Sin embargo, continúan «hoy todo ha cambiado. Con soluciones de ingeniería aplicada a la madera, modelos informatizados y el conocimiento de cómo mejorar el comportamiento de la madera usándola junto con otros materiales, apenas queda algo que no se pueda conseguir. Junto al creciente interés por alcanzar la sostenibilidad y la eficiencia energética, los progresos de la tecnología informática han contribuido en gran medida a estimular el interés de los arquitectos».
A ello se une que la madera laminada es un producto establecido y seguro, afirman desde el Departamento Técnico de la Asociación de Investigación Técnica de las Industrias de la Madera (AITIM). Desde el punto de vista técnico, añaden las mismas fuentes, requiere un elevado control de fabricación con el fin de asegurar la idoneidad de los encolados y de la madera para conseguir una fabricación de calidad, actualmente la norma europea de referencia es la UNE EN 386. De forma complementaria, la norma UNE EN 14.080 indica cuáles son las condiciones y ensayos a cumplir por el marcado CE del producto.