Uno de los mayores hándicap a la hora de llevar a cabo una rehabilitación o una obra nueva es el elevado precio de los materiales. Una circunstancia habitual a la que hay que sumar el momento de especial dificultad que atraviesa el sector como consecuencia de la guerra en Ucrania, que está provocando un encarecimiento añadido y dificultades logísticas en la llegada de materiales a otros países.
Según el Informe diagnóstico de la Construcción del cuarto trimestre de 2022, elaborado por la Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS) y el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) a partir de una encuesta realizada a profesionales del sector, más del 97% de los participantes consideran que el aumento del precio de los materiales está lastrando la actividad. Además, las previsiones indican que en 2023 el coste de los materiales se incrementará un 7% más.
“Reducir costes siempre ha sido una prioridad a la hora de abordar un proyecto constructivo y en el actual contexto de crisis, más. Sin embargo, abaratar no significa reducir la calidad de la construcción, sino todo lo contrario. En el mercado, encontramos soluciones que nos permiten ejecutar el proyecto garantizando el cumplimiento de las exigencias del Código Técnico de la Edificación (CTE) y sin que eso suponga un elevado incremento del coste final”, recuerda Francisco Morant, presidente del Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana, que junto a Hispalyt ha puesto en marcha la campaña “Paredes de Ladrillo”, cuyo objetivo es destacar las características y ventajas de las fachadas y tabiques de ladrillo y bloque cerámico, y donde se destaca su durabilidad, resistencia y ahorro económico, frente a otros sistemas.
De hecho, el ahorro en el precio medio por metro cuadrado de pared de fábrica empleando ladrillos y bloques cerámicos frente a otros materiales, como el ladrillo de hormigón, puede llegar al 54% –en el caso de emplear medio pie de ladrillo perforado machihembrado de gran formato–, siendo en todos los casos la más económica de las soluciones, según se recoge en el Manual Técnico de Fachadas y Paredes de Ladrillo. Este es un documento dirigido a profesionales de la edificación, que recoge la información técnica de las soluciones constructivas integrales para fachadas y paredes interiores con ladrillos y bloques cerámicos para revestir, que cumplen todas las exigencias del Código Técnico de la Edificación y otros estándares de calidad.
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ToggleLa solución más económica en fase de obra
Varias son las características que hacen de las soluciones cerámicas una mejor alternativa para la construcción de fachadas y tabiques. Para empezar, hay que destacar su menor coste frente a otros sistemas. Dependiendo de la base de precios de referencia y de los formatos de las piezas a comparar, el precio final puede ser entre un 25% y un 50% inferior al de otros productos.
Durante su instalación, las soluciones cerámicas permiten reducir el consumo de otros materiales como mortero o pastas de agarre. En el caso de piezas de mayor formato, machihembrado vertical a hueso o piezas rectificadas, el ahorro de mortero es especialmente significativo. También su ligereza juega a su favor, acelerando los tiempos de instalación y reduciendo otros costes, como la mano de obra, que puede bajar entre un 40% y un 50% en la factura final. Además, la apertura de rozas para la colocación de las instalaciones es también más económica por ser más fácil y rápida, generando menos retrasos y residuos.
En definitiva, su mayor ligereza y tamaño, mejoran el rendimiento en obra, permitiendo acelerar los tiempos de montaje y reducir los recursos empleados para su instalación. Esto supone un ahorro añadido en términos de energía, mano de obra y utilización de otros materiales, contribuyendo a un abaratamiento general del proyecto”, explica el portavoz de la campaña, Francisco Morant
Además, al tener las fábricas en España se reducen también los costes relacionados con la logística y el transporte, al tiempo que se evita las emisiones contaminantes derivadas de largos desplazamientos.
Menor mantenimiento durante la fase de uso
Durante la fase de uso del edificio, las soluciones cerámicas también ofrecen un rendimiento extraordinario, abaratando aquellos costes relacionados con su mantenimiento. Un edificio cuya fachada haya sido construida con ladrillo de cara vista puede tener una vida útil de 150 años sin mantenimiento, frente a otros revestimientos como el SATE (30 años) o el revestimiento con mortero (25 años), que sí necesitarán mantenimiento para su correcta conservación. En el caso de los tabiques interiores, su vida útil se sitúa en los 150 años, frente a otras soluciones que deberán renovarse a los 50 años.
“El ladrillo cerámico es el material que mejor se mantiene a lo largo del tiempo, incluso en condiciones excepcionales, como zonas con alta contaminación”, afirman desde el Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana.
Esta característica, su especial dureza y resistencia al paso del tiempo y las inclemencias, también se traduce en un abaratamiento de los costes de mantenimiento para los propietarios, que ya no se verán obligados a pagar periódicamente por el mantenimiento o renovación de los elementos constructivos.
Reducción de la demanda de energía
Otra de las ventajas en términos de ahorro que ofrecen las soluciones cerámicas para la construcción de tabiques y fachadas tiene que ver con la reducción en la demanda de energía durante la fase de uso del edificio.
La resistencia térmica de las fábricas de ladrillo y bloques cerámicos es mayor que la de otros materiales (R=0,48m2k/w), con mejoras de hasta el 182% –en el caso del ladrillo cerámico triple de gran formato–. Esto permite optimizar el aislamiento térmico incluso en las condiciones climáticas más duras, ofreciendo un elevado confort en el interior del edificio sin que se incremente el consumo de energía.
Una cualidad que hace de los productos cerámicos para la construcción de tabiques y fachadas soluciones acreditadas para mejorar la eficiencia energética del inmueble, y por lo tanto habituales en proyectos que han obtenido las más importantes certificaciones ambientales, como VERDE, BREEAM, LEED o Passivhaus.
Por todo ello, podemos decir que los ladrillos y bloques cerámicos ofrecen un extraordinario rendimiento a lo largo de toda la vida útil del edificio, abaratando los costes de construcción y mantenimiento del mismo.