Hotel Port Portals, Mallorca / Rahola Vidal Arquitectes

El estudio de arquitectura define el hotel como un espacio en el que se organizan la zona privada, la zona pública y las distintas actividades que en él se van a desarrollar. Según su opinión, los nuevos hoteles, que cuentan con un tamaño mediano, han incorporado tanto actividades nuevas como viejas, algunas en el espacio privado y otras, arrinconadas posteriormente por improductivas, en el espacio público. El Hotel Port Portals ha aprovechado su situación, su topografía y orientación para poder ofrecer, en cada una de sus habitaciones, las mejores vistas sobre el mar además de un buen asoleamiento en cada una de las estancia.

El estudio Rahola Vidal Arquitectes tiene como objetivo principal del proyecto el ofrecer al visitante una reinterpretación del particular carácter del Mediterráneo, lo que es determinante en todas y cada una de las decisiones que se tomaron en el proyecto.

Así pues, siguiendo con esta idea, se eligen materiales producidos en la propia isla de Mallorca, mediante la utilización de colores cálidos junto con el blanco cal, un elemento que caracteriza las construcciones en el Mediterráneo. Del mismo modo, el estudio juega con los espacios, mezclando grandes y generosos junto con la domesticidad de lo pequeño.

Además, la monotonía que pudiera tener el edificio, especialmente en la zona de las fachadas, exteriores e interiores, donde se produce una variación rica en matices de luces y sombras.

Los materiales que se han utilizado en la zona pública básicamente son piedra natural ocre claro, en la zona de pavimento, además también se usan maderas con diferentes acabados y tratamientos, y cerámica abrillantada en la larga barra que invade la recepción, donde se utilizan los colores para determinar su uso; negro recepción, blanca barra de copas…

En la realización han sumado los esfuerzos de artesanos-artistas del lugar con acabados especiales de los diferentes diseños para los sanitarios, baños, cerámicas, madera y pintura. En el exterior se utilizan unos muros de piedra seca (con piedra del lugar) en una clara referencia al orden que estos marcan en los campos de los distintos pueblos que hay a lo largo del Mediterráneo, así como los árboles, algarrobos, olivos y demás plantas que envuelven el edificio y piscina.

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