En la exclusiva zona de Turó Park, en Barcelona, se encuentran algunas de las más exquisitas joyas del interiorismo. Entre ellas, destaca una vivienda de 260 metros cuadrados diseñada por Alex March, cuya pasión por el arte y el diseño ha dado vida a un espacio único.
La propietaria de esta residencia buscaba renovar su hogar: “Mi clienta deseaba tener otra relación con su espacio, un hogar inspirador, atemporal, elegante, alegre, equilibrado, con alma y carácter”, explica March. Con una clara sensibilidad por el arte, especialmente las obras de Iñaki Moreno, la propietaria encontró en Alex March el aliado perfecto para revitalizar su vivienda, ubicada en un edificio de los años 20. La preservación y rejuvenecimiento de los elementos originales fue una prioridad en el diseño.
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ToggleLas claves del proyecto de Alex March
La casa refleja un marcado estilo mediterráneo enriquecido con influencias europeas y africanas. El diseño interior, característico del estudio de March, destaca por el uso magistral del color y la combinación de estilos y épocas. La mezcla de piezas de arte y diseño, que abarca desde el arte figurativo hasta el surrealismo y la abstracción, es evidente en cada rincón.
El mobiliario y la decoración incluyen elementos únicos de autores tanto conocidos como anónimos, así como piezas icónicas del siglo XX. Entre ellas, lámparas diseñadas por Omar Sherzad, cuadros de Iñaki Moreno y alfombras iraníes. Las plantas de Casa Protea aportan un toque de frescura en todas las estancias.
El corazón surrealista del salón
La pieza central del salón es la mesa-escultura Leda, diseñada por Salvador Dalí. Esta impresionante mesa de centro, con detalles en latón y mármol de Carrara, evoca el cuadro “Femme à tête de roses” (1935) de Dalí. La atmósfera de elegancia y pasión por el arte se acentúa en el salón y el comedor, donde cada elemento ha sido cuidadosamente seleccionado para crear un ambiente único.
Comedor ecléctico y luminoso
El comedor, bañado por la luz natural, combina paredes en crudo y un suelo de madera de roble. La carpintería original, decapada y barnizada, añade un toque orgánico. Destaca el banco Batlló de Antoni Gaudí, una reproducción numerada que conecta visualmente el salón y el comedor. La mesa de comedor, un diseño de 1960 de Jordi Vilanova, se complementa con las sillas Houdini de Stefan Diez. Los jarrones Is-Dher de HE Shk. Hind Majid Al Qassimi para BD Barcelona añaden un toque de sofisticación con sus acabados en oro, platino y engobe beige.
Un dormitorio de serenidad
El dormitorio ofrece un refugio de calma con una gama cromática en tonos blancos y crudos, acentuada por piezas de madera natural. La ausencia de cortinas permite aprovechar la luz solar, mientras que las influencias africanas se reflejan en la lámpara de pie de Omalight y una escultura de José Berlanga. La butaca “Bauche 1946” de Charlotte Perriand añade un toque rústico junto con un taburete de los años 50.
En resumen, la vivienda diseñada por Alex March en Turó Park no solo redefine la elegancia y el estilo, sino que también refleja una profunda pasión por el arte y el diseño, convirtiendo cada espacio en una obra maestra atemporal.