Cuando un arquitecto se enfrenta a la temida hoja en blanco no tiene límite, llevando a cabo proyectos tanto tradicionales como de una extravagancia infinita. En la época en la que nos está tocando vivir, con grandes retos de cara al futuro, son muchos los arquitectos que han teorizado con grandes proyectos para avanzar de cara al futuro de una arquitectura revolucionaria.
Algunos de los edificios que se están llevando a cabo o que ya están finalizados parecen salidos de películas de ciencia ficción y, en la gran mayoría, son desconocidos para el gran público. Algunos de los más sorprendentes son:
Kingdom Tower: un rascacielos en la ciudad de Yeda, la segunda mayor ciudad de los Emiratos Árabes. A pesar de que esta torre podría pasar desapercibida entre todos los edificios que se están construyendo en la actualidad a lo largo de los distintos continentes, hay algo que la diferencia de los demás, su altura de mil metros, convirtiéndola en el edificio más alto del planeta. Otra de sus peculiaridades es su planta triangular, elegida esta tipología para soportar las embestidas del viento, cuenta con una plataforma de observación que permite disfrutar de la maravillosa ciudad de Yeda.
Hotel Songjiang: otro edificio sin duda sorprendente y espectacular. Diseñado por el estudio de arquitectura inglés Atkins para la cadena de hoteles InterContinental, cuenta con una curiosa peculiaridad, su ubicación, cerca de la capital económica de China, Shanghái, dentro de una cantera a una profundidad de 90 metros. Estará formado por 19 plantas, donde se distribuirán las habitaciones son unas impresionantes vistas de este paraíso subterráneo, rodeado de empinados acantilados.
Dubai Frame: y como no, dentro de esta lista no podría faltar la capital mundial de los proyectos más extravagantes, Dubai. Allí se erige un enorme edificio con forma de marco, con 300 metros de altura que busca convertirse en el nuevo icono de la ciudad. Este edificio servirá como un mirador panorámico y, sin duda, se convertirá en una de las grandes atracciones del futuro.
Nuevo Campus Apple: como si fuera una nave espacial recién aterrizada en la tierra, esta nueva sede tiene la peculiar apariencia de anillo, diseñada por el magnífico arquitecto Norman Foster, que hace que se convierta en un edificio realmente sorprendente.
Arquitectos para una arquitectura revolucionaria
Arquitectos fuera de lo común y de lo tradicional han existido en todas las fases de la historia. Arquitectos que han ido más allá investigando y teorizando con nuevas técnicas, posibles construcciones emblemáticas, alejándose de la corriente que estuviera de moda en ese momento en concreto.
Y, aunque parece que los grandes edificios se están proyectando en la actualidad, ya en la época de la revolución francesa tres grandes arquitectos se alejaron de la corriente que guiaba a los profesionales en esa época y se convirtieron en los grandes Arquitectos Revolucionarios. Proyectos que no todos se llevaron a término pero que, sin duda, se convirtieron en precursores de nuevas visiones y manera de afrontar la arquitectura. En esta corriente, destacan tres arquitectos Étienne-Louis Boullée, Claude-Nicolás Ledoux y Jean-Jacques Lequeu.
Étienne-Louis Boullée: uno de los arquitectos más influyentes en los arquitectos contemporáneos, todavía hoy su obra se considera especialmente importante. Llevó a cabo proyectos de edificios fantásticos que no pudieron llevarse a cabo a causa de sus enormes dimensiones. Especialmente interesado por las formas geométricas elementales y por su significado simbólico, así como de la estructura arquitectónica, son factores que tienen sobre todo un valor teórico. Sus dibujos, así como el de sus contemporáneos revolucionarios, son la expresión de la pura investigación formal. Uno de sus proyectos más destacados es el del Cenotafio de Newton (1784), cuyo diseño ilustra perfectamente las características generales de su trabajo. Compuesto por una esfera de 150 metros de alto hundida en una base circular y cubierta de cipreses. Interiormente estaba hueca y su bóveda perforada, pro el día proporcionaba luz natural al interior, mientras que de noche adoptaba el aspecto de un planetario. A pesar de que la estructura no se construyó nunca, su diseño se grabó y circuló en todos los círculos profesionales. Otras de sus grandes obras serían el proyecto para la Biblioteca Real, el proyecto para la Ópera de París, proyecto de Museo…
Claude-Nicolás Ledoux: arquitecto, ingeniero y urbanista, fue referente del concepto del arquitecto como organizador de la sociedad. Sus diseños fueron símbolos del régimen antiguo y su exagerado uso de los elementos clásicos anticipó el clasicismo posmodernista. Llevó a cabo muchas obras, algunas de ellas destruidas en el siglo XIX, sin embargo, a pesar de lo corto de su carrera, su fase más importante fue la utopista, donde sus conceptos innovadores, ayudaban a crear una sociedad mejor. Su obra maestra es la Salina real de Arc-et-Senans, constituye un extraordinario testimonio del patrimonio industrial francés. Este conjunto está conformado por once edificios es actualmente patrimonio mundial de la UNESCO. Este conjunto arquitectónico semicircular fue diseñado para facilitar una organización racional y jerarquizada del trabajo.
Jean-Jacques Lequeu: junto a los dos anteriores, idearon la llamada “arquitectura parlante”, la cual se basa en que todos los edificios deben anunciar con su estética el uso al que están destinados. En sus proyectos introduce asimetrías, referencias históricas, combinación de elementos de diferentes épocas… A pesar de diseñar decenas de edificios, sólo dos llegaron a ser construidos.
Como hemos podido ver, la historia de la arquitectura está plagada de arquitectos visionarios que supieron ir más allá de lo común, personalidades que saben cómo afrontar los nuevos tiempos y adaptarse a los cambios que se encuentran en la sociedad.