Esta semana fuimos receptores de una triste noticia, pues lamentablemente fallecía a los 88 años, uno de los arquitectos más emblemáticos del mundo entero, Richard Rogers. Con una exitosa y prolongada carrera de más de 50 años, su Premio Pritzker en 2007, junto con los premios Stirling, una Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects (RIBA), entre muchos otros premios lo confirman como uno de los grandes nombres de la arquitectura contemporánea.
Heredero directo de la arquitectura inglesa del siglo XIX fue uno de los pioneros del movimiento arquitectónico ‘high tech’, incorporando materiales industriales como el vidrio y el acero a las estructuras. En 1967 Richard Rogers junto con Wendy, Norman Foster y Sue conformaron el TEAM4, desarrollando obras que representaban un gran cambio en el diseño de espacios públicos.
Su virtuosismo hizo que se le conociera como el arquitecto que dio la vuelta a los edificios, sacando la estructura como vigas e instalaciones, que normalmente se encuentran escondidas, al exterior, donde el máximo exponente de esta construcción fue el revolucionario y controversial Centro Georges Pompidou de París, construido por Richard Rogers y el arquitecto italiano Renzo Piano.
Obras más destacadas de este magnífico arquitecto
Centro Georges Pompidou, París: tras los primeros años de trabajo en TEAM4, se asoció con un joven Renzo Piano para llevar a cabo uno de los más famosos trabajos, el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, en la capital francesa. Considerada como una de las construcciones más famosas de la arquitectura “High Tech” fue producto de innumerables críticas por los más conservadores, sin embargo sucedió lo mismo que con la torre Eiffel, ya que en la actualidad no es posible reconocer la ciudad sin este edificio que además regeneró el barrio de Beaubourg que antes de la aparición de este edificio estaba sumamente demacrado. De estilo industrial, fue construido de dentro hacia afuera, donde el interior es un espacio diáfano, un gran contenedor que alberga una valiosísima colección, podría decirse que la más importante de Europa de arte moderna.
Sede Lloyds, Londres: revolucionaria y atrevida esta obra también fue ideada al revés, además, también se ubicaba en una zona muy parecida a Beaubourg, en un terreno de una zona central de Londres dañada severamente por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se construyó entre 1978 y 1986 y con 60 m de altura y sus 14 plantas se articulan en torno a un atrio central iluminado por un techo de cristal abovedado, diseñado para dar respuesta a las necesidades cambiantes y para durar cerca de 50 años. Con una fachada metálica donde los ascensores se ubican en el exterior junto con otros elementos estructurales, ha hecho que sea uno de los edificios más futuristas de la capital británica.
T4 Madrid-Barajas, Madrid: dentro de su gran trayectoria Richard también fue encargado de desarrollar aeropuestos, como es el caso de Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, ganador incluso del premio Stirling de arquitectura en 2006. Junto con el arquitecto español Antonio Lamela llevaron a cabo una obra que destaca, al igual que las anteriores por su revolucionaria estructura, donde destaca el techo ondulado junto con su cubierta traslúcida que deja pasar la luz natural. El concepto principal del cual surge el edificio es el ave en vuelo, con las alas desplegadas, visible desde todos los módulos de la cubierta. Revestidas de bambú, las cubiertas onduladas otorgan una apariencia cálida y sencilla y que flotan sobre columnas que las sustentan, y que con la degradación de los tonos de colores, del amarillo o azul, marcan las diferentes zonas programáticas.
Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, Estrasburgo: en 1989 llevó a cabo este simbólico edificio que representa los valores democráticos y el respeto por el individuo en el conjunto de Europa. Levantado junto al Canal de la Marne au Rhin se integra en el entorno natural y con interiores a escala humana, puede asemejarse con un barco. Cuenta con dos edificios circulares, uno para el Tribunal y otro para la Comisión que conforman las estructuras principales del complejo. Ambos edificios están conectados por un vestíbulo de entrada acristalado y de triple altura, donde la gran cantidad de luz natural recibe a los visitantes y los acoge con grandes vistas al río.
Millennium Dome, Londres: coincidiendo con el cambio de milenio, Londres dio la bienvenida a un espectacular espacio multiusos, el Millennium Dome, conocido desde el 2005 como O2 Arena. En las orillas del Támesis, en la península de Greenwich, sobre antiguos terrenos industriales, destaca por ser una de las mayores estructuras de techo único construidas en el mundo. Junto con los ingenieros Buro Happold, llevaron a cabo un edificio donde destaca una gigantesca carpa blanca sujeta por 12 torres amarillas de 100 m de altura, cada una de las cuales representa una hora del reloj y un mes del año. En esta ocasión Rogers buscó la inspiración en el cielo, un cosmos bajo el cual todos los eventos tienen lugar.
Edificio Leadenhall, Londres: conocido coloquialmente como el rallador de queso, es un rascacielo de 225 metros de altura y 48 plantas que sobresalen sobre el distrito de la City de Londres, junto al edificio Lloyds, donde lo más destacable es su perfil con forma de cuña. Interiormente cuenta con un atrio de 30 m de altura que está anclado a una estructura de acero en lugar de núcleos de hormigón que emplean otros rascacielos, ampliando el espacio de la plaza adyacente.