Para ello, como afirma el responsable del COAC, “consolidaremos o pondremos en marcha acciones y servicios orientados a la promoción y reubicación profesional de los arquitectos”, marcándose como reto “…construir colectivamente una nueva referencia de ser arquitecto, suficientemente inclusiva para acoger las nuevas maneras de ejercicio profesional, a partir de los valores que configuran nuestra profesión: capacidad de proyectar en el futuro propuestas o soluciones a problemas presentes, el conocimiento y la responsabilidad por la mejora de nuestro entorno físico y una actitud de servicio y implicación profesional con los retos planteados y los ciudadanos a los que deben orientarse.”, afirma el Decano del COAC en esta entrevista.
Frente a la complicada situación que vivimos, y como revulsivo, ¿qué se está haciendo desde el COAC?
Tomando como punto de partida un colegio construido alrededor de la prestación de servicios comúnmente utilizados por los arquitectos en su ejercicio profesional tradicional (y algunos de ellos de uso obligatorio, como el visado), nuestra institución está priorizando las acciones y servicios orientados a la reubicación de los arquitectos. Así, centramos nuestros objetivos en la promoción de la profesión y de los arquitectos ante la sociedad, con toda la amplitud de roles que podemos ejercer y ejerceremos en el futuro.
Tras llevar a cabo un ajuste de tamaño y estructura, que ha supuesto una reducción aproximada de un 60% de las mismas, el triple reto al que debe responder el COAC es: recuperar la calidad en los servicios que prestamos, completar la transformación estructural de nuestra institución y, sobre todo, consolidar o poner en marcha acciones y servicios orientados a la promoción y reubicación profesional de los arquitectos, como la promoción internacional, bolsa de trabajo, programas de reubicación profesional y la promoción de la arquitectura a través de los espacios públicos de nuestros edificios y las muestras de arquitectura. Todas estas acciones deben contribuir además a mejorar la presencia, vinculación y representatividad del colegio ante las administraciones y los ciudadanos.
¿Cómo está afectando y cree que afectará próximamente la actual coyuntura a la profesión? ¿Existe un antes y un después?
Evidentemente, existe un antes y un después. No solo ha cambiado el volumen y el tipo de actividad, sino que cada vez seremos más arquitectos para realizar los antiguos o nuevos trabajos, y éstos serán distintos, puesto que muchos procesos productivos y organizativos que durante los últimos diez años no han sufrido la adaptación a una economía mucho más competitiva deberán afrontarla ahora.
Por tanto, la actual coyuntura no es una crisis, y si lo fue, ya ha quedado atrás. Ahora nos enfrentamos a un cambio radical y profundo de nuestro entorno profesional que, a partir de la caída dramática de la actividad de construcción, sobre todo de obra nueva, y ante unas perspectivas de recuperación solo parcial e indeterminada en el tiempo, obliga a la mayoría de arquitectos a reformular su proyecto profesional, y en muchos casos vital.