El proceso constructivo que estamos viviendo en nuestro país necesita de materiales que, cumpliendo las exigencias técnicas, simplifiquen y agilicen la ejecución de la obra. La lámina asfáltica, como material impermeabilizante, aporta una serie de ventajas que, aplicadas a la cubierta inclinada, permiten el planteamiento de sistemas que simplifican y posibilitan cubiertas confortables, además de habitables. La proliferación de viviendas unifamiliares, en lo que se refiere a nuevas edificaciones, y la rehabilitación de edificios o viviendas, han contribuido especialmente a la creciente demanda de este material. Y es que conseguir espacios habitables, o recuperar el espacio interior del bajo cubierta, aumenta el valor del inmueble aportando ventajas adicionales referidas a la estética y funcionalidad, entre otros aspectos.
La aplicación de la lámina asfáltica en la cubierta inclinada, independientemente de su clasificación en base a su terminación, a su mastico bituminoso, así como a los elementos que conforman la armadura de la lámina, convierten a este material en un elemento tan versátil como imprescindible, capaz de resolver los diferentes problemas que pueden presentarse en la cubierta y prevenir sus consecuencias. Las patologías que debidas a la climatología puede llegar a presentar una cubierta, no sólo afecta a la estética de la misma, sino que mermando as propiedades que tienen los materiales que forman la cubierta, puede también afectar a la estructura.