En el momento que un arquitecto se enfrenta a la hoja en blanco debe tener la precisión como herramienta indispensable. La planificación previa a la construcción en un proceso donde no se puede dejar escapar ningún mínimo detalle, ya que puede acarrear importantes desastres, que pueden ser difíciles de arreglar y que en ocasiones quedan durante años.
Algunos arquitectos, buscando crear los edificios más sorprendentes han llevado a cabo errores imperdonables que han hecho que pasen a los anales de la historia por estos errores, cómicos en algunas ocasiones y desastrosos en otros. Aquí dejamos algunos de los más sorprendentes:
Torre Beetham, Manchester: en la ciudad británica de Manchester se localiza un rascacielos de 47 plantas con una peculiaridad algo molesta para los vecinos de la zona; cuando el viento choca contra él, específicamente en la aleta ubicada en la parte superior, genera una vibración que hace que provoque un zumbido que no les permite descansar. Ian Simpson, el arquitecto del edificio ha llegado incluso a pedir perdón por esta situación, sin embargo todavía no ha encontrado la solución.
Palacio de las Artes de Valencia: considerado como uno de los arquitectos más distinguido del mundo, además de polémico, no tuvo mucha suerte con este edificio ubicado en el antiguo cauce del río Turia. Una vez finalizado el proyecto, la cubierta comenzó a resquebrajarse y caerse a consecuencia de las fuertes lluvias que se produjeron esos días en Valencia. La solución que se llevó a cabo fue retirar todo el chapado original y recubrirlo de otro material para evitar que se volviera a producir este problema.
Arquitectura errónea para los anales de la historia
Edificio Walkie Talkie, Londres: lo mejor es no pasar cerca de esta colosal construcción ubicada en el distrito financiero de la capital inglesa, pues puedes acabar con quemaduras. Resulta que su fachada, debido a su ubicación y orientación, unido al cristal y acero que la componen, refleja de tal manera los rayos de sol que puede causar quemaduras considerables, ¡incluso ha derretido coches! El estudio Rafael Viñoly, ha tenido que hacer frente a numerosas críticas por este fallo tan notorio.
Lotus Rivershide, Shángai: estamos acostumbrados a ver, cuando un edificio se derrumba que lo hagan sobre sí mismos, hacia abajo, no hacia los lados, sin embargo, en la madrugada del 27 de junio de 2009, en la urbanización Lianhua Hepan en Shanghai, se construyó un edificio de 11 plantas que un día, de repente, colapsó cayendo como una pieza de dominó entero hacia un lado, prácticamente intacto al suelo. El posible error que produjo este suceso fue un fallo en la cimentación.
Edificio Citicorp, Manhattan: un emblemático edificio en el centro de Manhattan, una impresionante torre de 59 plantas y 279 metros de altura, pudo haber desembocado en una auténtica catástrofe tras su construcción. Un joven estudiante descubrió, en una visita casual, algo muy peculiar, su extraño diseño no soportaba vientos de más de 112 km/h. En particular la culpa la tiene la curiosa base sobre la que se sustenta, unos zancos que a pesar de ser muy estéticos resultan ser un problema. Para no generar alarma social, se evitó comunicar al público este problema, trabajando en una solución por las noches para fortalecer los cimientos de la torre.
Edificio John Hancock, Boston: un edifico totalmente innovador y revolucionario en la década de los 70, se convirtió en todo un hito debido a un importante fallo, solo meses después de finalizada su construcción los cristales de su fachada empezarían a caerse. Hasta que se dio con una solución se decidió revestir los ventanales con hojas de paneles de madera contrachapado, por lo que los ciudadanos pasaron a denominarle “Palacio Contrachapado”.
Afortunadamente estas son solo situaciones anecdóticas, donde la mala suerte y la casualidad se han unido.