La rehabilitación del Edificio Bonaire en Playa Gandía ha sido un proyecto emblemático que combina tradición arquitectónica con innovación en materiales, destacándose por su ubicación privilegiada en primera línea de mar. Diseñado originalmente por Rafael Rivera en los años 70, este edificio curvilíneo había sufrido el deterioro típico provocado por el ambiente salino y la humedad costera, afectando especialmente sus frentes de terraza.
Jordi García Miragall, el arquitecto a cargo del proyecto de rehabilitación, eligió prefabricados personalizados de ULMA para revitalizar el Bonaire. Inspirado por su experiencia previa con la firma durante la restauración del Edificio Santa María, Jordi valoró la capacidad de ULMA para reproducir fielmente las formas originales de los elementos arquitectónicos, adaptándolos ahora con el avanzado material Stoneo, altamente resistente a la corrosión marina.
El proceso de rehabilitación se dividió en dos fases, enfocándose en reparar las lesiones estructurales y estéticas acumuladas a lo largo de los años. Las nuevas piezas prefabricadas no solo mantienen la estética curvilínea característica del diseño original, sino que también ofrecen una durabilidad excepcional en condiciones marinas adversas, asegurando una larga vida útil con mínima necesidad de mantenimiento.
Para optimizar la resistencia y longevidad de las piezas, se aplicaron dos innovaciones clave de ULMA: el lacado protector y la Junta J-Max. El lacado no solo fortalece las superficies contra el desgaste solar, sino que también mejora su resistencia a impactos físicos, mientras que la Junta J-Max actúa como un sistema de drenaje eficaz para prevenir acumulaciones de humedad entre las piezas.
Las ventajas de los sistemas de ULMA
Las ventajas de utilizar prefabricados personalizados de ULMA en el proyecto son notables: desde la capacidad de replicar exactamente las piezas originales hasta la resistencia superior al agua y la corrosión, pasando por su ligereza y facilidad de manipulación durante la instalación. Estos elementos no solo han revitalizado estéticamente el Edificio Bonaire, sino que también han asegurado su protección y funcionalidad a largo plazo, respetando y realzando el carácter mediterráneo de su arquitectura original.
Con más de tres décadas de experiencia en rehabilitación con prefabricados, ULMA ha demostrado su compromiso con la excelencia y la sostenibilidad en proyectos arquitectónicos emblemáticos como este, ofreciendo soluciones innovadoras que combinan tradición con tecnología avanzada para enfrentar los desafíos del entorno costero.