Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) destaca una preocupante realidad: más de 6 millones de hogares en España no logran mantener una temperatura adecuada durante el verano. Según los datos, el 33,6% de los hogares españoles sufre dificultades para alcanzar un confort térmico en los meses más cálidos del año, lo que representa un incremento significativo de casi 9 puntos porcentuales en comparación con la última edición de este estudio en 2012.
Este aumento en la falta de confort térmico se debe en parte a que solo el 14,1% de los edificios en España han implementado mejoras en el aislamiento térmico o en el sistema de calefacción. Estas cifras subrayan la urgente necesidad de adoptar medidas eficaces que garanticen el bienestar de los ocupantes y mejoren la eficiencia energética de los edificios.
«Debemos abordar la falta de aislamiento térmico en los hogares españoles para mejorar la calidad de vida y reducir el consumo energético,» afirma Miguel Ángel Gallardo, director de ROCKWOOL Peninsular. «No obstante, cualquier inversión en mejoras de aislamiento debe realizarse con un enfoque integral que incluya la protección contra incendios, asegurando así confort térmico, ahorro energético, seguridad y sostenibilidad.»
Además de las consecuencias directas para la salud derivadas del deficiente confort térmico, existe un efecto colateral: al abrir las ventanas para refrescar las viviendas, los residentes se exponen a altos niveles de ruido, especialmente en entornos urbanos. Según el mismo informe del INE, el ruido de la calle o producido por vecinos fue el problema más destacado en 2023 para todos los niveles de ingresos.
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ToggleMáximos históricos de demanda energética en el verano pasado
El verano de 2023 dejó clara la necesidad de un buen aislamiento térmico. Las olas de calor provocaron un aumento sin precedentes en la demanda energética, alcanzando máximos históricos en agosto. Datos del INE revelan que el consumo energético en los hogares españoles se disparó debido al uso intensivo de sistemas de refrigeración como aires acondicionados y ventiladores, lo que encareció la factura eléctrica en más de un 7%.
ROCKWOOL Peninsular advierte sobre esta situación y subraya que la falta de un buen aislamiento térmico en viviendas, muchas de las cuales tienen más de 50 años y no cumplen con los estándares energéticos actuales, es una de las principales causas de este consumo excesivo. La compañía insta a tomar medidas urgentes para mejorar el aislamiento del parque residencial, reduciendo así el consumo energético, mejorando el confort térmico y disminuyendo la carga económica de las facturas de energía en los hogares españoles.
La lana de roca, una solución sostenible para el aislamiento térmico
En este contexto, la lana de roca se presenta como una solución ideal. Este material de aislamiento no solo es eficiente en mantener una temperatura óptima dentro de los hogares durante todo el año, sino que también es sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Fabricada a partir de roca volcánica, la lana de roca ofrece una excelente resistencia térmica, reduciendo la necesidad de sistemas de climatización y, por ende, el consumo energético.
Además de sus propiedades térmicas, la lana de roca aporta beneficios adicionales como la protección contra el fuego, la reducción del ruido exterior y una mayor durabilidad en comparación con otros materiales de aislamiento. Estas características la convierten en una solución integral para mejorar la calidad de vida en los hogares españoles y contribuir al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética.