El Jurado estimó que cualquiera de las propuestas galardonadas con el primer premio se enriquecen mutuamente, por lo que otorgó un primer premio ex aequo con la intención de que los tres equipos inicien “un proceso colaborativo para elaborar un proyecto conjunto que satisfaga las necesidades tanto de los promotores del concurso como de las entidades que han colaborado en el mismo y de la propia ciudad”.
De la propuesta La Fábrica Cultural, de Pedro Pitarch, el Jurado valoró un programa de “usos hasta ahora desconocidos y desubicados, pero radicalmente vigentes” y “el respeto al edificio y al lugar”. Del trabajo de Patricia Fernández, Mil Reflejos, el Jurado resaltó el protagonismo del agua en “una intervención caracterizada por la fluidez del espacio”, mientras que de Factory Garden, presentada por Adrián Martínez y Pablo Izaga, destacó la explotación de las diferentes facetas de la gastronomía y el “tratamiento del espacio público”.
Los tres premios ex aequo se repartirán los 18.000 euros con los que está dotado el premio. Además, Metrovacesa -propietaria de este complejo industrial diseñado en 1961 por el arquitecto Alejandro de la Sota- aumentará la dotación económica prevista en dos mil euros, que recibirá el autor del trabajo al que se le ha otorgado la mención especial.
Con el impulso de Metrovacesa y el apoyo de la Fundación Alejandro de la Sota, el concurso de ideas organizado por el COAM se centró en la rehabilitación de la nave principal para la implantación de nuevos usos compatibles con el planeamiento que tramita el Ayuntamiento, así como el tratamiento del espacio público perimetral. La colaboración entre Metrovacesa y el Ayuntamiento permite conservar elementos relevantes del patrimonio arquitectónico de la ciudad a la vez que revitaliza un espacio como el de la antigua fábrica de CLESA, con un proyecto comprometido con el desarrollo sostenible.
El Jurado estuvo presidido por el director general de Metrovacesa, Carlos García León, y contó con la participación de: José María Ezquiaga, decano del COAM; Pilar Pereda, asesora del concejal de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, José Manuel Calvo, por designación de éste; Juan Núñez, director de Desarrollo Inmobiliario de Metrovacesa; y los arquitectos Josep Llinás, Luis Fernández-Galiano y Carlos Rubio Carvajal. Además, contó con el asesoramiento del concejal presidente de la Junta Municipal de Distrito de Fuencarral-El Pardo, Guillermo Zapata, y el exdecano del COAM, José Anto
LA FÁBRICA CULTURAL
AUTOR: Pedro Pitarch Alonso
“La Fábrica Cultural” propone la creación de un centro cultural para prosumidores (del inglés prosumer ), identificando como tales a aquellos individuos que son consumidores y, al mismo tiempo, productores de contenidos culturales. Estos usuarios, protagonistas de la revolución Web 2.0, han generado una nueva tipología de intercambio económico y un modelo de consumo enfocado a la customización que se ha visto favorecido por el desarrollo del mundo digital y la aparición de herramientas complejas de fácil uso.
El centro funcionaría como un centro comercial con programas culturales y múltiples servicios relacionados entre sí. Así, “La Fábrica Cultural” se organiza en torno a las dos naves centrales del edificio: en la nave Oeste se concentra todo el programa (talleres, platós, un auditorio, salas de ensayo y grabación, tiendas pop-up, espacios de coworking,…) mientras que en la nave este Este se deja libre para crear un espacio polivalente para la celebración de eventos (ferias, conciertos, exposiciones,…).
MIL REFLEJOS
AUTOR: Patricia Fernández García
En el proyecto plantea un módulo lineal paralelo a los lucernarios y cuya estructura se extiende fuera de la fábrica, en el que se desarrollan los distintos programas. En la nave principal se proyecta un complejo de piscinas deportivas y spa, que se prolonga al exterior con otras piscinas y un solárium, así como un restaurante y mirador alojados en una doble altura.
La nave oeste acoge un mercado gastronómico, con puestos con forma de contenedores industriales y espacios de restauración, y un supermercado vinculado a la zona residencial. Mientras, las oficinas se ubican en el espacio destinado originalmente para este uso. Se trata de oficinas de alquiler para pymes con zonas comunes destinadas a reunión, archivo, descanso, aseos y vending.
FACTORY GARDEN
AUTOR: Adrián Martínez Muñoz y Pablo Izaga González.
“Factory Garden” trata de devolver el carácter productivo al complejo industrial pero dotándole de un uso actualizado a nuestro tiempo. “Factory Garden” sitúa a los alimentos como protagonistas del nuevo edificio, estando presentes todas las fases de la cadena de producción, desde su cultivo en el entorno, hasta su tratamiento y conservación, experimentación y formación, consumo y degustación. Así, el complejo se convierte en un condensador de los mundos rural y urbano.
La sección del edificio revela dos zonas muy diferenciadas por sus características espaciales. Los usos más públicos se sitúan en los espacios principales (comedor, degustación, eventos, mercado, auditorio) mientras que los usos menos públicos (centro de tratamiento de alimentos, laboratorios, escuela de cocina y salas de showcooking, gestión del edificio) se sitúan en el resto de espacios de menor escala. La propuesta elimina los muros que separan los espacios de ambas naves y sugiere la instalación de un sistema de cortinas que crean una secuencia de espacios y atmósferas -la atmósfera lucernario y la atmósfera entre lucernarios.