Museo Arqueológico El Molinete, Cartagena: amann-canovas-maruri arquitectos

El estudio de arquitectura madrileño, amann-canovas-maruri arquitectos concluyó recientemente el proyecto para el Museo Arqueológico El Molinete, en la ciudad portuaria de Cartagena, Murcia, localidad de gran importancia durante el periodo romano, lo que la hace muy conocida por sus numerosas ruinas romanas. El proyecto se encuentra dentro de una serie de intervenciones previas que el estudio realizó durante los pasados años en la zona, y por el que recibieron en el año 2012 el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales .

posee una vocación de convertirse en un espacio cultural que quiere conectar el pasado y el presente. De este modo, el objetivo fundamental del museo es dar cabida, de manera ordenada, a las magníficas piezas encontradas a lo largo de los años en las excavaciones del Molinete. También ofrece la posibilidad física de conectarse con el conjunto del yacimiento, siendo el principio de un recorrido que se desarrollará por todo el espacio arqueológico ya excavado y consolidado, pero también por aquel que, quedando como reserva, contiene expectativas de unirse al resto. La actuación se desarrolla en tres plantas, la primera de ellas comunica con la calle exterior y se convierte en la recepción de los visitantes. Dicho nivel contiene los servicios generales del centro y dibuja una primera sala en la que se sitúan una buena cantidad de piezas singulares. La sala principal emplea unos materiales directos en su construcción, chapas de acero en las paredes y resinas en los suelos, techos de hormigón y paredes de sisal que evocan una tradición material y atemperan el ruido, todo ello dispuesto para que las piezas se conviertan en las protagonistas del espacio. En este sentido, las propias piezas del museo crean espacio, destacan con una singularidad extrema las dos Musas y el Apolo, pinturas de una factura y una conservación excelentes, a ellas, junto con el texto del Emperador Heliogábalo, se les dedica un lugar de privilegio que le da carácter a la exposición. Se sitúan dentro de unos medios cilindros de acero recubiertos interiormente de sisal que ocupan y estructuran el espacio central de la zona superior del museo. Estas piezas se convierten en unas pequeñas capillas que resaltan y hacen evidente la calidad de las pinturas, se adueñan del espacio y lo estructuran.

 

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