Los prefabricados de hormigón (PH) se han hecho con un importante espacio en el mercado inmobiliario por su robustez, variedad de soluciones que aportan y, muy especialmente, por su rapidez de ejecución y el ahorro de costes que suponen. Pero, ¿qué entendemos por prefabricados de hormigón? Los podemos definir como los elementos y materiales elaborados previamente a su puesta en obra y de los que se puede disponer de inmediato para avanzar en el proceso de construcción del proyecto que se ejecuta. Hay que decir que generalmente nos referimos a elementos estructurales y de cierre de grandes dimensiones, que son los que revisaremos en este trabajo, aunque también existen soluciones de pavimentación, ingeniería y obra civil, urbanismo, etc.
Así, la construcción con elementos prefabricados de grandes dimensiones se ha convertido en el método más importante de desarrollo de la llamada construcción industrializada, basad en la mecanización del trabajo y en una producción continua y constante que responda a un ritmo prefijado. De esta manera, el reparto de las tareas en fases elementales hace posible un aumento de la productividad, un mayor aprovechamiento de las características de los materiales, la disminución de los pasos y la reducción del tiempo de construcción. En las últimas décadas, el empleo de los PH en el sector inmobiliario viene favorecido por el aumento de las posibilidades técnicas en el desarrollo de proyecto, así como en la racionalización y automatización del trabajo para conseguir mayores rendimientos. Además, esta industrialización de la construcción ha sido posible gracias a los cambios de la estructura social tras la Segunda Guerra Mundial, y la preferencia del trabajo en factorías y con horarios más reducidos y prefijados frente al empleo al aire libre y en el sector primario.