Pau Salvat i Espasa, inspirándose en el arte del Modernismo catalán, creó este sorprendente edificio del siglo XX lleno de decoración orgánica y natural en 1903. Fue el estudio de Octavio Mestre quien en 2014 se puso al frente de la reforma y rehabilitación de este edificio, transformando un espacio de oficinas en viviendas de lujo. En propias palabras del arquitecto, el objetivo es “que parezca que no se ha hecho nada, habiéndolo rehecho todo. Como un buen escenógrafo, la mayor de las veces, se trata de que nuestro trabajo pase desapercibido”.
Pau Salvat i Espasa fue el encargado de llevar a cabo la Casa Oller. Se trataba de la reforma de la Casa Guash de 1871, a la que añadió dos plantas, cambió el acceso a un lateral, lo que permitiría contar con una entrada de carruajes, tal y como ocurría en las fincas señoriales de la época, hizo el patio central con la escalera noble que lleva al principal, lo que hizo que perdiera gran parte de la crujía central, metros que recuperó añadiendo a la finca una nueva crujía por detrás y la galería de vidrios emplomados.
Esta es la razón por la que existe un muro de carga de 30 cm en medio de la planta, ya que correspondía a la antigua fachada. De este modo, con todas las transformaciones llevadas a cabo por Pau Salvat i Espasa se buscaba que la edificación conservara su esencia, manteniendo su estatus de icono modernista en la vibrante Barcelona.