El estudio de arquitectura GOKO STUDIO, dirigido por el arquitecto Claudio González, ha sido el encargado de ejecutar la reforma integral de la vivienda Casa MEQ en Barcelona. Y al igual que le ocurría a la ciudad condal antes de las olimpíadas, que vivía de espaldas al mar, casa MEQ tenía una impresionante terraza de 50 m2, con una fachada de más de 7 m de ancho, y a la que ignoraba rotundamente: solo dos ventanas pequeñas y con rejas vinculaban las habitaciones con el exterior y una puerta de 80 cm en la cocina vinculaba funcionalmente interior-exterior.
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ToggleLas claves del proyecto de GOKO STUDIO
Por ello, cuando el estudio realizó la primera visita, tuvieron muy claro que uno de los objetivos más importantes de la intervención era conectar funcional, espacial y visualmente, la terraza con el interior.
La actual conformación de la familia, aceptaba que el piso tuviera solo dos dormitorios, pero con la suficiente flexibilidad de un tercero en previsión de la llegada de un nuevo integrante en un futuro no muy lejano.
Respecto a ello el equipo tuvo flexibilidad a la hora de idear las habitaciones en el proyecto pues para la familia MEQ, los dormitorios son solo para dormir. Esto le permitió proponer un gran espacio de día, en directa vinculación con la terraza, articulado con la zona de noche por un cubo limpio, atractivo pero calmado, que le otorga toda la personalidad a un piso en origen bastante insulso.
El cubo azul acoge en su interior múltiples funciones: instalación de AA por conductos, dos baños, armarios de dormitorios y un multifuncional armario que mira al salón, que sirve incluso de banco donde sentarse para quitarse y ponerse los zapatos de calle y que vibra al ritmo respetuoso y alegre de sus habitantes.
Para conseguir la pretendida fluidez entre interior y exterior, era necesario prescindir de radiadores y entrar con el deck exterior en el interior de la casa. Por tanto, la solución de calefacción se resolvió con unos radiadores empotrados en el escalón, que pasan totalmente desapercibidos y forman una barrera contra el frío.
En la terraza, dos grandes claraboyas que iluminan el parking de planta baja, nos entorpecían la continuidad: un jardín elevado hasta la altura del sombrero de los lucernarios, disimula el defecto y crea un espacio diferenciador para relajarse y tomar el sol de la tarde.
El resto del proyecto gira en torno al color, la luz y la madera.
La filosofía del estudio
La filosofía de GOKO STUDIO, que por su puesto se ha dejado ver en el proyecto, se centra en 3 objetivos puntos fundamentales:
1 – Un trabajo diverso y cada proyecto tiene un destino y una historia singular que se ajusta a las condiciones sociales, económicas y culturales circundantes. Este principio no cambiará, sin embargo, la forma en que conceptualizamos la excelencia arquitectónica es un proceso continuo, siempre cambiante.
2 – La arquitectura debe ser instruida por la singularidad de su ubicación de tal manera que el edificio resalte el lugar y el lugar descanse en el edificio.
3- La creencia de que los arquitectos, al igual que los cocineros, deben hacerse continuamente algunas preguntas sencillas: ¿a qué queremos servir realmente? ¿Debería ser comida hecha desde cero o comida rápida? ¿Y por qué hacemos lo que hacemos? ¿Es solo para ganar dinero, o es porque nos encanta cocinar o diseñar casas? Para el estudio, se basa en la pasión por las personas y los lugares al mismo tiempo que es su sustento.