El estudio de arquitectura Paco Galiñanes Estudio ha culminado la rehabilitación de “Casa Albor”, una emblemática vivienda ubicada en el histórico barrio marinero de San Tomé en Cambados. El proyecto ha destacado por su capacidad de preservar los elementos esenciales del diseño original, como los muros de piedra, al mismo tiempo que introduce una perspectiva diáfana y contemporánea al conjunto.
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ToggleLas claves del proyecto de Paco Galiñanes Estudio
La restauración se centró en la recuperación de los elementos tradicionales de mampostería, que se convirtieron en el eje principal del diseño de esta rehabilitación integral. Según el arquitecto Paco Galiñanes, “En Casa Albor, buscamos un equilibrio armonioso entre lo tradicional y lo contemporáneo. La vivienda mostraba signos del paso del tiempo, pero los elementos de mampostería mantenían su potencial. Nuestro objetivo fue respetar la autenticidad del edificio original, a la vez que integrar las comodidades del diseño actual”.
Cada aspecto de la rehabilitación fue cuidadosamente estudiado. Los canteros restauraron meticulosamente los muros de piedra, y se diseñaron carpinterías de madera que respetaran el proyecto original, preservando así el carácter y la personalidad de la vivienda. Además, se utilizaron materiales locales como el granito y la madera para mantener la esencia de la arquitectura histórica de Cambados.
La vivienda, con una superficie aproximada de 200 metros cuadrados distribuidos en tres plantas –baja, primera y buhardilla–, es actualmente el hogar de una familia de tres personas.
La planta baja, fomenta la continuidad espacial
En la planta baja, se implementó un concepto diáfano para fomentar la continuidad espacial. El garaje se eliminó y su superficie se destinó a la zona de estar, permitiendo que la estancia principal reciba iluminación desde ambos lados: la fachada frontal y el patio exterior, pavimentado con losas de granito, extendiendo así el espacio habitable más allá de sus límites. Para maximizar la funcionalidad, se incorporó un pequeño aseo de cortesía bajo la escalera.
El primer piso alberga la zona de noche, con tres dormitorios y dos baños, mientras que la buhardilla se ha transformado en un amplio estudio y despacho.
La escalera, un elemento destacado
La escalera, un elemento destacado de la rehabilitación, ha sido restaurada con los muros originales de piedra que recorren toda la vivienda. La barandilla metálica, que conecta las tres plantas, contrasta con la solidez de los muros de carga, mientras que el acabado cerámico y las celosías de madera destacan la integración de los materiales. Paco Galiñanes subraya que “la ligereza de la barandilla metálica ofrece un contrapunto a la robustez de los muros de piedra”.
Una apuesta por la luminosidad interior
Para aumentar la luminosidad interior, se abrió un ventanal amplio en la cubierta, que ilumina la escalera y resalta las cualidades naturales de la mampostería de granito. Esta luz cenital contribuye a una atmósfera de armonía y serenidad en la vivienda.
El mobiliario de Casa Albor, diseñado exclusivamente por Paco Galiñanes Estudio, sigue una línea estética que refleja autenticidad y carácter, complementando perfectamente la rehabilitación de esta histórica casa.