Un grupo de ocho propietarios ha unido fuerzas para llevar a cabo la construcción de un complejo residencial, diseñado CREAM estudio Arquitectura, que combina viviendas individuales con espacios comunes, estableciendo así un modelo de convivencia comunitaria en armonía con la naturaleza. Inspirado en conceptos de cohabitación, coliving y cohousing, este proyecto está especialmente diseñado para personas mayores o aquellas que planean envejecer en un futuro cercano. Con el objetivo de adaptarse a las necesidades específicas de este perfil de residentes, las viviendas están concebidas como espacios únicos y diáfanos en un solo nivel, con la flexibilidad funcional necesaria para ajustarse a posibles requerimientos de asistencia.
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ToggleLas claves del proyecto de CREAM estudio Arquitectura
La habitabilidad es el eje central del diseño, buscando soluciones que abarquen desde lo individual hasta lo colectivo, haciendo énfasis en la integración y la sostenibilidad. El complejo residencial se ha orientado cuidadosamente para maximizar la eficiencia energética y la integración paisajística, incorporando elementos que promuevan un estilo de vida sostenible y confortable con un mínimo impacto ambiental.
En respuesta a los desafíos del cambio climático, se han implementado tanto sistemas constructivos activos como pasivos para mejorar la eficiencia energética y la habitabilidad ambiental. Este enfoque incluye la aplicación de principios de arquitectura pasiva, la selección adecuada de materiales y la orientación óptima de las estructuras, asegurando así un confort térmico excepcional y una reducción significativa en el consumo de energía.
Viviendas con materiales tradicionales y sostenibles
Las viviendas están construidas con materiales tradicionales y sostenibles que ofrecen masa térmica y una inercia que contribuyen al confort y la estética del entorno. La recolección de agua pluvial se realiza individualmente en depósitos enterrados, cumpliendo con todas las normativas locales pertinentes.
Con una arquitectura que se inspira en las soluciones climáticas del Mediterráneo, el complejo se ha diseñado para fomentar la convivencia comunitaria y la conexión con la naturaleza. Se ha dado prioridad a un espacio central de uso colectivo, que funciona como terraza o jardín, proporcionando un ambiente de encuentro comunitario sin comprometer la privacidad de los residentes.
La estrategia arquitectónica incluye la maximización de aberturas para incrementar la entrada de luz natural y mejorar la calidad de vida en el interior de las viviendas. Además, se ha integrado un conjunto de árboles de hoja caduca en los espacios comunes, estratégicamente ubicados para proporcionar sombra y mejorar el confort térmico de las áreas más expuestas.
Este proyecto se propone no solo como un espacio habitacional, sino como un ejemplo de cómo la planificación consciente y sostenible puede mejorar significativamente la calidad de vida de sus residentes, adaptándose a las necesidades cambiantes y fomentando un entorno de convivencia armónica con el medio ambiente.