La química en la construcción es de vital importancia pues crean productos que dan un valor agregado al proceso constructivo que se lleva a cabo. Su principal función es mejorar o reforzar las prestaciones que ofrecen los materiales de construcción de tal manera que llegan a evitar posibles patologías en éstos y, al mismo tiempo, se logran obras más eficientes en un menor tiempo de ejecución. Sin duda, un sector de gran importancia para lograr una mayor sostenibilidad.
Está claro que el principal objetivo de la industria química en todos los sectores va a ser transformar materiales gracias a procesos industriales consiguiendo productos eficientes que van a mejorar y facilitar la vida de las personas. Y, este punto se va a trasladar al sector de la construcción, siendo la influencia de la industria química muy alta, llegando incluso a ser casi imposible llevar a cabo construcciones modernas sin los aportes que ha generado esta industria
En este aspecto, en el mundo de la construcción se utiliza una gran cantidad de productos cuya procedencia viene de la industria química, tales como pinturas, adhesivos, pigmentos, acelerantes, desencofrantes, siliconas… Del mismo modo, en el caso de la construcción de morteros y hormigones, los productos químicos, que se añaden a la mezcla junto con el cemento y los áridos, grava y arena, juegan un papel esencial para poder conseguir mezclas con características específicas y necesarias para ciertas construcciones específicas, es decir, gracias a ellas se pueden personalizar cada producto para poder lograr el proyecto que queramos.