¿Quiénes son los responsables de la práctica parada del sector?
La cuestión no es tanto quiénes son los responsables, sino quienes han sido más responsables. La burbuja inmobiliaria ha sido posible porque muchos ciudadanos han querido aprovechar la escalada de precios, contribuyendo así a alimentarla, pero indudablemente quienes tienen mayor responsabilidad han sido los gobiernos de los últimos 15 años que no han cumplido con su obligación de prever las consecuencias y tomar medidas a tiempo para al menos paliarlas.
Bien es verdad, que predecir el pasado es bastante más seguro que pronosticar el futuro. Lo que ha pasado es lo siguiente: La integración europea coincidió con una baja actividad económica en los países del norte y centro de Europa que trataron de paliar con bajísimos tipos de interés. Los bancos alemanes y franceses buscando una rentabilidad algo mayor prestaron dinero a intereses bajos a cajas y bancos españoles, portugueses, griegos, etc. Acostumbrados como estábamos en España a altos tipos de interés, de pronto, nos encontramos con que podíamos obtener cantidades ilimitadas de dinero a un interés menor que la inflación, con lo que endeudarse para comprar algo que además subía de precio, los pisos, era un negocio seguro.
Antes del euro la situación podía controlarse desde el Banco de España subiendo los tipos de interés, lo que no se hizo, pero en los últimos 10 años ni siquiera eso ha sido posible y en la zona euro ha habido los tipos bajos que entonces convenían a Alemania. Cabían, no obstante, otras medidas de tipo fiscal, vía impuestos y reducción de desgravaciones que no se tomaron, así como medidas para que las cajas de ahorros limitaran su cartera de préstamos…
Estando la situación como está, ¿es posible establecer un nuevo marco de proyecto de futuro que genere confianza? ¿Por dónde empezaría?
Si la gente cree que las cosas van a ir bien, van bien, y si la gente cree que las cosas van a ir mal, van mal… ¿Cómo se genera confianza? Si uno lo supiera… Pero evidentemente el tema es generar confianza y eso se consigue contando la verdad y afrontando las cosas como son. De todos modos, nos esperan unos tiempos realmente muy complicados. Mientras en Europa las expectativas en estos últimos 15 años eran bajas aquí eran altas, subieron mucho los salarios y los precios, etc. Eso antes se arreglaba devaluando, pero ahora con el euro no se puede y hay que ir bajando sector por sector, lo que es mucho más doloroso y crea injusticias relativas.
Hay recortes que podrían hacerse con más sentido común. Si hay poca actividad en la Administración y hay que bajar el sueldo a los funcionarios, pues bájenles también el horario, ya que hay menos trabajo, en vez de aumentárselo y reducir los “moscosos”… esta medida de sentido común relajaría la crispación.
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