URSA se une a la Fundación El Llindar en su misión de brindar una «escuela de nuevas oportunidades» para jóvenes en situación de riesgo de exclusión. La colaboración entre ambas entidades abre un camino prometedor para individuos como Darwin, Joan y Natalia, cuyas experiencias educativas previas no han sido convencionales ni exitosas.
Darwin, originario de Bolivia, llegó a España con tan solo 8 años, enfrentándose a desafíos significativos en su adaptación al sistema escolar. Joan, criado en la República Dominicana, se encontró con un historial de fracaso académico tras terminar la educación obligatoria en España. Natalia, de nacionalidad española, optó por abandonar la escuela debido a su falta de conexión con el sistema educativo tradicional.
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ToggleURSA hace frente a la falta de oportunidades y apoyo
Estos jóvenes representan una realidad lamentablemente común en el sistema educativo español: la falta de oportunidades y apoyo para aquellos que no encajan en el molde convencional. Sin embargo, gracias a la Fundación El Llindar y su innovador enfoque educativo, estos individuos tienen ahora una alternativa viable para retomar su educación y encaminarse hacia un futuro profesional más prometedor.
URSA ha decidido sumarse a esta causa, colaborando con la Fundación El Llindar al ceder sus sistemas de climatización y ventilación URSA AIR InCare para «La Fàbrika», la nueva instalación de fabricación digital de la fundación ubicada en Cornellà de Llobregat (Barcelona). Además de esta contribución material, la compañía está explorando otras formas de apoyo, especialmente en el ámbito de la formación, en coordinación con la dirección del centro.
«En URSA, no solo queremos proporcionar recursos materiales, sino también comprometernos activamente con estas nuevas oportunidades que ofrece El Llindar a jóvenes desfavorecidos», señala Marina Alonso, Gerente de Marketing de URSA.
La Fundación El Llindar se destaca por su enfoque personalizado y flexible en la educación, ofreciendo desde programas de educación secundaria adaptados hasta formación profesional especializada de nivel 2. Su objetivo es acompañar a jóvenes como Joan, Natalia y Darwin en su viaje hacia la vida adulta, proporcionándoles las herramientas y el apoyo necesarios para construir un futuro profesional sólido.
Más de 461 estudiantes han pasado por las aulas y talleres
En los últimos cinco años, más de 461 estudiantes han pasado por las aulas y talleres de El Llindar, adquiriendo habilidades profesionales en campos como imagen personal, restauración, automoción y fabricación digital. Un porcentaje significativo de estos estudiantes ha logrado completar su formación y encontrar empleo en el mercado laboral, lo que demuestra el impacto positivo de este programa educativo innovador.
«El verdadero éxito para nosotros radica en ayudar a estos jóvenes a descubrir su camino y salir adelante, transformando sus historias de fracaso en oportunidades de éxito», comenta Jordi Marimon, responsable de «La Fàbrika».
Gracias a iniciativas como la Fundación El Llindar y el apoyo de empresas comprometidas como URSA, jóvenes como Joan, Natalia y Darwin tienen la oportunidad de convertir sus sueños en realidad, encontrando su lugar en el mundo laboral y construyendo un futuro lleno de posibilidades.