El Hospital de Alto Hospicio, situado en las cercanías de la ciudad de Iquique, a lo largo de la costa norte de Chile, emerge como una destacada institución sanitaria que abarca una extensión construida de 42.623,98 m2. Su concepción arquitectónica responde magistralmente a la complejidad inherente al programa de atención médica y al contexto geográfico, dando como resultado un edificio de imponente sobriedad cuya edificación ha ejercido un impacto revitalizador en la región.
La configuración aborda de forma eficiente las demandas funcionales propias de la atención sanitaria, marcando un quiebre con las distribuciones convencionales, como la disposición en peine más común en este tipo de infraestructuras. Tanto la volumetría como la longitudinalidad en planta son elementos clave que favorecen la optimización y eficacia de un programa de considerable envergadura, como es el hospitalario.