La espiral surgió de manera natural como respuesta a un programa de reunión. Es una geometría sencilla que responde a leyes matemáticas precisas, como la concha de un caracol, un fósil o un volcán. El parlamento se amplía en la plaza exterior, creando anillos envolventes para celebraciones en alternancia con la sala principal. La propuesta urbana busca crear espacios públicos de disfrute ciudadano. Se busca tener espacios públicos de transición entre el exterior y el interior: la plaza, el zócalo y el espacio porticado, usando como ejemplo las grandes plazas abiertas o rehundidas, del mundo antiguo y colonial: Tikal, Copan, Tula, o Capuchinas.
De ahí la forma propuesta de la sala principal y el carácter envolvente de los edificios de apoyo, dispuestos alrededor y en permanente diálogo abierto con la naturaleza circundante, con el paisaje. Los espacios propuestos, su disposición formal, geométrica y funcional nacen de una concepción del consenso humano que reafirmaran una promesa de vida y el renacer de un maravilloso territorio; América Central.
La elección de materiales y sistemas constructivos es acorde con la naturaleza geológica y paisajística del lugar, respetuosa con el entorno, sostenible y contemporánea, óptima en sus costos y eficaz para el uso que está destinada. Se aúna la tradición constructiva milenaria de las culturas antigua y colonial y los nuevos materiales a los que no se debe renunciar.