¿Qué papel desempeña la arquitectura en la construcción de sociedades?
Los objetos arquitectónicos, en asociación con muchas otras cosas, crean situaciones en las que se crean hegemonías, se desplazan partes de la realidad a la marginalidad, se conceden autorizaciones y se niegan posibilidades. Ciudades como Los Ángeles privilegian el tráfico rodado, muchos clubs ingleses tradicionales discriminan a las mujeres, una discoteca de mujeres homosexuales promueven un grado de transversalidad social difícil de encontrar en otros equipamientos colectivos, una eco-aldea se vincula con proyectos de preservación del medio ambiente: en mi opinión la arquitectura, como aliada de muchas otras cosas, forma parte de construcciones políticas.
¿Deberían implicarse usuarios y diseñadores en la creación de espacios?
Es inevitable que lo estén. Las acciones de unos determinan las condiciones en las que los otros pueden actuar. La cosa no es si ambos están implicados, sino cómo debe ser esta implicación. La manera de diseñar un mercado afecta a sus usuarios, pero lo que estos terminen haciendo con el mercado está claro que también determinará el destino del diseño. Los términos en que se da esta mutua afectación deben construirse, nunca surgen de manera espontánea. Nos dedicamos a repensar los términos en que esta interacción debe llegar a darse.