El pasado 27 de junio se inauguró el nuevo Caixa Forum de Zaragoza, obra de la arquitecta catalana Carme Pinós. El concurso restringido para la construcción del Museo CaixaForum fue convocado por la Obra Social “La Caixa” en 2008, y tras seis años de trabajo ya es posible visitar este singular edificio.
Se trata del séptimo centro cultural y social de la entidad, siendo, además, el primero de nueva construcción, ya que hasta el momento los seis que se han levantado son rehabilitaciones, como el de Madrid, en la sede de la antigua Central eléctrica del Mediodía; el de Lérida, en el Cinema Vinyes; o el de Barcelona en la fábrica Casaramona, de estilo modernista. Este espacio se erige como el tercero de la familia CaixaForum fuera de Cataluña, tras el de Madrid y Palma de Mallorca, y en él se podrán encontrar exposiciones, talleres, conferencias y todo tipo de actividades.
El edificio se encuentra situado en la “Milla Digital”, antigua ciudad ferroviaria de Portillo, hoy reemplazada por la estación de alta velocidad de Delicias, que actualmente se está regenerando para convertirse en un área multifuncional, combinando tecnología, equipamientos públicos avanzados y vivienda, creando así un ecosistema de innovación y creatividad.
La parcela donde se levanta el CaixaForum Zaragoza cuenta con un área de 4.407 m2, siendo la superficie construida total con la que cuenta el centro de 7.000 m2. El edificio, se erige como nuevo buque insignia de la cultura en la ciudad muy cerca de otros lugares de interés como el IAACC Pablo Serrano, el Palacio de la Aljafería y la Plaza de Toros de la Misericordia.
El proyecto se planteó desde un principio con el objetivo de crear un edificio capaz de hacer ciudad, ya fuese desde su singularidad como desde los espacios públicos que genere. Y por otro lado, se pretendía conseguir un edificio que al recorrerlo conecte con perspectivas lejanas pero, que al mismo tiempo, proporciones introspección en las salas de exposiciones.
Se ha conseguido crear, con el nuevo CaixaForum un edificio que hace ciudad, y que en el momento de habitarlo los usuarios puedan sentirse parte de ella. El diseño se concibe como una ciudad pequeña, que será capaz de generar una amplia gama de espacios públicos.
Estos dos planteamientos se resuelven elevando las salas para liberar con ello la planta baja, situando en ésta las partes más abiertas y transparentes: el lobby y la tienda. Se genera un edificio desdoblado en dos estructuras geométricas elevadas y de grandes dimensiones en las que se albergan las salas de exposiciones, generando un nuevo espacio público en la planta baja.